Rehenes aprovecharon su cautiverio en Afganistán: tuvieron tres hijos

TORONTO (AP) — El canadiense Joshua Boyle dijo el lunes que él y su esposa acordaron tener hijos mientras estuvieron secuestrados en Afganistán debido a que siempre quisieron tener una familia grande y que decidieron «hacer lo mejor de esa experiencia y al menos regresar a casa con un mayor comienzo de nuestra familia soñada».

TORONTO (AP) — El canadiense Joshua Boyle dijo el lunes que él y su esposa acordaron tener hijos mientras estuvieron secuestrados en Afganistán debido a que siempre quisieron tener una familia grande y que decidieron «hacer lo mejor de esa experiencia y al menos regresar a casa con un mayor comienzo de nuestra familia soñada».

Boyle y su esposa, la estadounidense Caitlan Coleman, fueron rescatados junto con sus tres hijos el miércoles, cinco años después de que la pareja fue secuestrada durante un viaje de excursión por Afganistán. Los niños nacieron durante su cautiverio.

«Estábamos sentados como rehenes y teníamos mucho tiempo en nuestras manos», contó Boyle a The Associated Press en un correo electrónico el lunes. «Siempre quisimos tener el mayor número de hijos posible y no queríamos desperdiciar tiempo. Cait tenía treinta y tantos años y no había tiempo que perder», agregó.

Boyle afirmó que los tres niños tienen ahora 4 años, 2 años y «alrededor de seis meses».

«Sinceramente siempre quisimos tener una familia con 5, 10 o 12 hijos… Somos irlandeses», escribió en el correo.

Coleman estaba embarazada en el momento de su secuestro y tuvo su hijo cuando era rehén.

Después de aterrizar en el aeropuerto de Toronto, Boyle dijo que la red extremista Haqqani aliada al Talibán mató a uno de sus hijos y violó a su esposa durante el tiempo que estuvieron secuestrados.

En un intercambio de correos electrónicos, Boyle no contestó a una pregunta refiriéndose al presunto cuarto hijo muerto. El Talibán afirmó en un comunicado el domingo que fue un aborto.

Boyle dijo que las condiciones en las que vivían durante los cinco años de su cautiverio cambiaron con el paso del tiempo y que vivieron en tres prisiones. Describió la primera como notablemente barbárica, la segunda como más cómoda y la tercera como un lugar de violencia en el que él y su esposa frecuentemente eran separados y golpeados.

Tras regresar a la casa de sus padres en Smiths Falls, Ontario, Boyle envió un correo electrónico a la AP en el que puntualizó que habían llegado «a nuestro primer ‘hogar’ verdadero que los niños no habían conocido, luego de pasar la mayor parte del viernes preguntando si el aeropuerto al que llegábamos era por fortuna nuestra nueva casa».

En el correo, Boyle envió dos fotografías de su hijo Najaeshi Jonah Makepeace Boyle. Dijo que el niño comenzó «a tomar comida del primer refrigerador que ha visto en su vida». La fotografía muestra al niño sentado en el piso en una esquina con comida en la mano. La otra imagen lo muestra durmiendo con una cobija que cubre parte de su cara y rodeado de animales de peluche.

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