Marina de México: no hay niña bajo escuela derrumbada

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Luego de dos días de una búsqueda desesperada por hallar a una niña atrapada bajo los escombros tras el sismo que remeció la Ciudad de México, la Marina aseguró que no hay ninguna menor en el lugar. Sin embargo, aclaró que un adulto que formaba parte del personal de intendencia aún podría estar vivo.

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Luego de dos días de una búsqueda desesperada por hallar a una niña atrapada bajo los escombros tras el sismo que remeció la Ciudad de México, la Marina aseguró que no hay ninguna menor en el lugar. Sin embargo, aclaró que un adulto que formaba parte del personal de intendencia aún podría estar vivo.

Según este reporte del subsecretario Ángel Enrique Sarmiento, “tenemos la seguridad de que todos los niños o desgraciadamente fallecieron o están en los hospitales o están a salvo en sus casas”.

“Hasta el momento se han rescatado 11 menores de edad con vida y tenemos un total de 19 niños que desgraciadamente perdieron la vida así como seis adultos… Incluyendo a la persona femenina aproximadamente a las cinco de la mañana la pudimos extraer su cuerpo”, dijo Sarmiento y puntualizó que nunca tuvieron conocimiento de que existiera la menor.

Desde las primeras horas del jueves, grupos de autoridades, voluntarios y periodistas seguían pendientes de las labores en la escuela Enrique Rébsamen, al sur de la capital, a dos días del sismo de 7,1 grados que remeció el centro de México y dejó al menos 245 muertos y más de 2.000 heridos.

El avistamiento de los dedos de una niña moviéndose a primera hora del miércoles se volvió un símbolo de esperanza que llevó a miles a trabajar frenéticamente en decenas de inmuebles colapsados en la capital. Ni la lluvia ni la noche interrumpieron las tareas de rescate.

Sin embargo, la incertidumbre y falta de información preocupaba a la prensa local y familiares de los niños que asistían al colegio.

Lourdes Prieto, madre de una alumna, afirmó que no hay una lista de alumnos y se desconoce quiénes pudieran estar atrapados y quiénes lograron salir. Agregó que volvió a la escuela porque alguien comentó que podría asistir el secretario de Educación, pero al final todo fue un rumor.

“Lo que necesitamos en primer lugar es que se haga un censo de quienes estamos vivos porque no lo hay”, dijo. Agregó que ella y otros padres de familia se están organizando para crear un listado, ya que el personal resultó herido y esta labor podría complicarse. Según estima, en el colegio pudo haber unos 400 alumnos de entre tres y 15 años matriculados.

Hacia la mañana del jueves, reportaron las autoridades, ya habían llegado al país expertos en desastres naturales de Japón, El Salvador, Estados Unidos e Israel.

En tanto, en la escuela, la delicada operación para rescatar a la niña continuaba. Mientras seguían introduciéndose micrófonos para tratar de percibir cualquier ruido, los trabajadores empezaban a utilizar un aparato llamado “life detector” que permite identificar sonidos que estén a diferentes distancias y profundidad, así como magnificar cualquier movimiento incluso bajo la tierra.

En algunos momentos los voluntarios salían a pedir objetos como plumones, cascos megáfonos, pinzas y sábanas blancas. En otros, levantaban los puños en alto para pedir silencio.

Más temprano, la Secretaría de Marina informó que había recuperado el cadáver de una trabajadora de la escuela de unos 58 años. “Las acciones de búsqueda y rescate continuarán hasta agotar todas las posibilidades”, precisó en un comunicado de prensa.

La cifra total de fallecidos en el país se había mantenido en 230 de acuerdo con Protección Civil, pero el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, reportó que en su distrito el número de víctimas se había incrementado a 115, con lo que el total subió a 245.

Además de las víctimas en la capital se reportaron 69 en Morelos, 43 en Puebla, 13 en el Estado de México, cuatro en Guerrero y una en Oaxaca.

El presidente Enrique Peña Nieto declaró el miércoles tres días de luto oficial mientras soldados, policías, bomberos y voluntarios seguían escarbando entre los escombros, a veces avanzando centímetro a centímetro con sus propias manos y otras ayudados por excavadoras y grúas para levantar losas pesadas de concreto.

«Todavía hay gente que se queja allí. Les faltan tres pisos para retirar el escombro. Y todavía se escucha gente allí», dijo Evodio Darío Marcelino, un voluntario que trabajaba junto a decenas de personas en un edificio de departamentos derrumbado.

Un hombre fue sacado con vida de entre los restos de un edificio parcialmente caído en el norte de la Ciudad de México más de 24 horas después del movimiento telúrico. Salió de allí en camilla y aparentemente consciente.

Según cifras del gobierno, 38 edificios se derrumbaron por el sismo y se han establecido brigadas para revisar 2.400 inmuebles. Asimismo, se informó que más de 50 personas han sido rescatadas con vida, más de 1.900 han recibido atención médica y 2.600 permanecen en los albergues habilitados en distintos puntos de la capital.

“Todos somos uno cuando se trata de salvar una vida o ayudar a una víctima”, dijo el presidente Peña Nieto en un mensaje nocturno a la nación.

Cerca del centro de la ciudad, grúas gigantescas levantaron enormes bloques de concreto de una pila de escombros de una fábrica derrumbada como si tratara de pelar las capas de una cebolla. Los trabajadores con herramientas de mano avanzaban rápidamente en busca de supervivientes y comenzaban a trabajar con la siguiente capa.

El rescatista del gobierno, Alejandro Herrera, dijo que el miércoles por la tarde fueron hallados tres cadáveres en la fábrica. “Hay ruidos (debajo de los escombros), pero no sabemos si vienen del interior o si son los escombros», explicó.

En las labores de rescate no sólo han sido recuperados seres humanos.

 

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