Crimen y violencia acosan a México en 5to año de Peña Nieto

Peña Nieto defendió los esfuerzos de su gobierno para combatir el crimen, e hizo notar que las autoridades «han neutralizado 108 de los 127 delincuentes más peligrosos» de México.

CIUDAD DE MÉXICO — El presidente Enrique Pena Nieto dijo el sábado que la seguridad es «la más alta prioridad del gobierno» en medio de la violencia creciente que opaca su quinto año en funciones, y pese a que las estadísticas indican que los resultados del combate contra el crimen han caído significativamente.

En su informe anual de gobierno, el mandatario dijo que se han registrado avances en la reforma educativa y en proyectos de infraestructura, pero reconoció que el nivel de violencia se encamina a ser el peor en el país en muchos años.

«Recuperar la seguridad es la más alta exigencia de la sociedad y la más alta prioridad del gobierno», dijo, al tiempo que agregó que «los tres órdenes del gobierno están llamados a redoblar esfuerzos. Aún tenemos mucho qué hacer».

El año pasado, Peña Nieto dedicó tiempo a responder a la dura postura de su homólogo estadounidense Donald Trump frente a México y la inmigración, y el sábado prometió que «no aceptaremos nada que vaya en contra de nuestra dignidad como nación».

Envió también sus saludos a los hijos de los inmigrantes, mexicanos en su mayoría, que fueron llevados a Estados Unidos cuando eran niños de manera ilegal y que ahora están acogidos a un programa federal que suspende sus deportaciones y les otorga un permiso de trabajo. Trump podría modificar o rescindir este plan creado por el gobierno del expresidente Barack Obama.

Peña Nieto defendió las reformas de libre mercado aprobadas bajo su gobierno y de paso criticó al candidato que encabeza las encuestas para sucederlo en las elecciones presidenciales de junio del 2018: el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien apoya posturas más nacionalistas y de control estatal, como la construcción de más refinerías gubernamentales para reemplazar las importaciones de gasolina de Estados Unidos.

«Existen riesgos visibles de retroceso», dijo Peña Nieto.

«Hace años que México no se encontraba en una encrucijada tan decisiva y determinante como la actual», agregó el presidente, y resaltó que el país debe escoger entre continuar con la liberalización de la economía y el comercio «o ceder a un modelo del pasado que ya ha fracasado».

Peña Nieto defendió los esfuerzos de su gobierno para combatir el crimen, e hizo notar que las autoridades «han neutralizado 108 de los 127 delincuentes más peligrosos» de México.

Pero la cifra de homicidios en el país va camino a superar este año el período más sangriento de la guerra contra el narco, iniciada por su predecesor Felipe Calderón. En los primeros seis meses de este año, las autoridades de todo el país han registrado 12.155 investigaciones de homicidios, un aumento del 31% en comparación con el mismo período del año anterior.

Peña Nieto echó un poco de la culpa a los gobiernos locales y estatales, al afirmar que una «significativa parte» de los asesinatos están vinculados con delitos comunes y no con cárteles del narcotráfico, cuyo combate es responsabilidad del gobierno federal.

Sin embargo, las cifras dadas a conocer por su oficina indican que los esfuerzos federales para combatir el crimen y el narcotráfico tampoco andan bien.

De acuerdo con cifras sobre medidas contra el tráfico de estupefacientes, la extensión del área geográfica vigilada a través de aviones del ejército disminuyó en un 51% del 2015 al 2016, mientras que la extensión cubierta por la Armada bajó 72%.

El total de casos penales de narcotráfico presentados por fiscales bajó de 27.870 en el 2012 a 6.219 en el 2016, mientras que los casos por cargos relacionados a armas cayeron de 19.015 a 6.817. En ambos casos, la caída parecía continuar en el 2017.

Además hubo grandes declives en el total de órdenes de arrestosaplicadas por detectives federales, los casos penales presentados, las personas acusadas de delitos federales y las hectáreas de plantas de marihuana erradicadas.

Un punto positivo fue el creciente aumento de campos de amapola erradicados, de 15.786 hectáreas en el 2012 a 22.436 hectáreas el año pasado. En los primeros seis meses de este año se erradicaron unas 20.000 hectáreas de amapola.

Pero las confiscaciones de heroína no han aumentado y las confiscaciones de pasta de opio _la materia prima para producir heroína_ bajaron.

Las confiscaciones de armas realizadas por el ejército, que ha sido criticado por violaciones a los derechos humanos, bajaron de 20.825 en el 2012 a 3.593 en el 2016. El total de sospechosos detenidos por soldados también bajó, en 57%.

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