Félix Benítez Rexach – 3

Félix Benítez Rexach tuvo una participación en la vida dominicana por muchos años, y sus actividades conocidas por muchas personas que aunque no lo conocieron personalmente, recuerdan sus actuaciones.

Félix Benítez Rexach tuvo una participación en la vida dominicana por muchos años, y sus actividades conocidas por muchas personas que aunque no lo conocieron personalmente, recuerdan sus actuaciones.La semana pasada incluimos en la Página comentarios de dos lectores, y esta semana comentaremos de otro más. Se trata del doctor Amaury Dargam, quien dice que sí lo conoció personalmente, y que estuvo en su casa acompañando a su padre, (el padre de Amaury) el doctor César Dargam. Sigue diciendo Amaury que luego tuvo oportunidad de verlo en el hotel de su propiedad, el Normandie, en Puerto Rico, e indica que le fue confiscado por no haber pagado los impuestos norteamericanos. Sobre esta información, hay que recordar que Benítez Rexach era norteamericano por haber nacido en Puerto Rico, pero que él siempre se consideró “puertorriqueño”: era miembro activo del Partido Independentista, como su primo, el rector de la Universidad de Río Piedras, Jaime Benítez. Su independentismo debe haber sido el motor que lo motivó a reírse de los norteamericanos, tal como lo relató Almoina en su libro “Una satrapía en el Caribe”, y que fue reseñado por esta Página la semana pasada.

Con referencia al no pago de impuestos de Benítez en Puerto Rico, parece que era una norma en su conducta, ya que Hans Paul Wiese Delgado, en su libro “Trujillo, amado por muchos, odiado por otros y temido por todos” dice que Trujillo apreciaba a José Quezada, director de Impuestos Internos, porque “hasta a mi amigo, el ingeniero Félix Benítez Rexach, lo ha apretado por la garganta para cobrarle impuestos.”

También relata Wiese Delgado que Trujillo indicaba que “solo tres funcionarios de mi Gobierno entran a mi despacho sin corbata: José Antonio Jiménez, Félix Benítez Rexach y usted…”

Entonces, ¿cómo el mismo Trujillo hablaba de Benítez como “su amigo”? La explicación podría estar en que Benítez supo ganarse a Trujillo desde el principio, tal como puede encontrarse en reseñas periodísticas incluidas por Fernando Infante en su obra “Cronología de Trujillo”, que recoge que el 2 de junio de 1937, la prensa refiere que “el hermoso palacio Sans Soucí, construido por el ingeniero-artista don Félix Benítez Rexach para el Generalísimo Trujillo, fue inaugurado y bendecido por el Presbítero Octavio Antonio Beras, secretario general del Arzobispado de Santo Domingo. La bella obra se levanta en un área donde antes dominaban las aguas del mar, al cual le ha sido arrebatado por los trabajos de construcción del puerto. El lugar está guardado por cocoteros … En uno de sus capiteles adornan los medallones de Duarte, Sánchez, Mella y Trujillo, cada uno con el Escudo Nacional abajo.” Y en julio 1945, la reseña citada por Infante indicaba que “recientemente llegó al país una moderna draga valorada en un millón de dólares, la que ha sido adquirida para lograr la apertura de aguas navegables y el saneamiento de los puertos del país. El ingeniero Félix Benítez Rexach, contratista de las obras, estará a cargo de la draga “San Cristóbal”.

También podría pensarse en una situación de confianza, no solo de amistad, el hecho de que Benítez vivía en la César Nicolás Penson , justo en frente a la zona residencial de Trujillo: Estancia Rhadamés, la vivienda de su hija Angelita y su esposo León Estévez, el general José René Román, familiar de Trujillo y Secretario de las Fuerzas Armadas, y Manuel de Moya Alonso, el funcionario de más confianza de Trujillo. Como se ve, entorno reservado a personas muy especiales, entre las cuales, se coló Benítez. ¿Fue a propósito? Parece que sí. Parece que las actuaciones de Benitez estaban siempre fríamente calculadas.

Es fácil, entonces, ver que Benítez sabía halagar a Trujillo. El ingeniero fue el ideólogo de que en República Dominicana hubiera cuatro Padres de la Patria, a la inmensa draga recién llegada la bautizó con el nombre de la ciudad adorada por Trujillo, la ciudad de su nacimiento, San Cristóbal, y ya hemos visto que fue el manipulador para que la capital se llamara Ciudad Trujillo.

Benítez recibió la crítica de muchas personas, que veremos en Páginas subsiguientes, pero fue objeto de loas a niveles muy altos, como puede encontrarse en una reseña citada en “Hombres representativos – Don Félix Benítez Rexach” (https://manueldelmonte.wordpress.com/2016/01/28/un-personaje-ignorado/) la que hace una amplia apología del personaje, y que entre otras cosas dice que fue un “exponente fiel y cabal de toda una promoción de hombres ilustrados y talentosos que han sabido erguirse para narrar con gestos admirables la defensa de la grandeza y el prestigio del suelo puertorriqueño. Don Félix Benítez Rexach- talentoso ingeniero y patriota de fibra y corazón, representa en la actualidad, hoy como ayer, la acendrada confianza que tiene Puerto Rico en sus hombres pulcros y valientes y noblemente capaces de enfrentarse a la aventura de realizar su destino histórico. Hombre de cualidades y virtudes intrínsecas. Al igual que en Puerto Rico, donde ha tornado realizaciones felices de obras maravillosas de arquitectura e ingeniería civil, en la actualidad realiza en la hermana Antilla Dominicana, grandes obras a cuyo talento ha confiado el gobierno progresista del Presidente Trujillo.”

Es indudable que se le ha apreciado por su posición política, pero el aprecio de sus cualidades y virtudes intrínsecas, sus realizaciones maravillosas de arquitectura e ingeniería civil fueron apreciadas en este artículo que se escribió en la Era de Trujillo.
La “pulcritud” de Benítez debe analizarse a la luz de una reseña de Ángela Peña de abril de 2005, en la que recoge informaciones de una obra que había presupuestado Benítez en 10 millones de pesos, y que Trujillo obtuvo un descuento de 8 millones. Es imposible pensar en honestidad con un descuento de 80%.

Pero, en resumen, Benítez ha dejado su impronta en República Dominicana. Construyó, o su empresa construyó, varios puertos, el malecón inicial de la ciudad de Santo Domingo, varios rompeolas, diques, astilleros, algunas de las cuales persistieron por mucho tiempo, como el dique situado en la margen oriental del río Ozama, entre el Ensanche Ozama y Lengua Azul, y que se conoció por mucho tiempo como “el Dique de Félix Benítez”.

Con referencia a otra de sus obras que se encuentran activas hoy en día, recién en 2014 El Caribe reseñó “la empresa Astilleros Benítez, fundada por Félix Benítez Rexach, ha solicitado en carta pública remitida a las autoridades de la nación, la protección de la Policía para resguardar la integridad física de su personal después de haber sido reintegrado este martes el inmueble de su propiedad amparado en dos sentencias de la Suprema Corte de Justicia, una de ellas emitida por su pleno, lo que ha adquirido la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada.”

Y todavía hay más información de Rexach, que, como ya hemos señalado,
continuará en Páginas siguientes.

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