Presidente de LIDOM: poderes absolutos

El presidente de la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM) goza de poderes inmensos, según le confieren los estatutos del organismo rector de la pelota rentada en el país.

El presidente de la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM) goza de poderes inmensos, según le confieren los estatutos del organismo rector de la pelota rentada en el país. Las atribuciones del principal ejecutivo de la institución se detallan en el artículo 37 de la “constitución” de la LIDOM y consta de 20 acápites (desde el a hasta el s). Bajo su control están la firma de cheques, libramientos y/o cualquier modalidad de egresos, junto al tesorero de la entidad u otra persona seleccionada por la junta de directores. También supervisa a los vicepresidentes, secretario y tesorero, y es quien aprueba la designación y destitución de los administradores de los estadios.

Los estatutos, de los cuales elCaribe obtuvo una copia de su Junta General Extraodinaria realizada el 19 de mayo de 2015 al mediodía en su local del Estadio Quisqueya, por igual le permiten “nombrar el personal de apoyo que crea conveniente a fin de garantizar la buena marcha de las actividades de la Liga, dentro de los límites del presupuesto aprobado por la Asamblea General de Asociados”.

Además de presidir las reuniones de la Junta de Directores y de la Asamblea de Asociados, representa a la LIDOM en todos los casos pertinentes a la justicia, ya sea como demandante o demandado, salvo en “casos de urgencia” que pongan en riesgo “el desenvolvimiento normal de una temporada”.

Cuenta con la potestad de someter a la comisión de ética y disciplina a los “asociados y a sus representantes” que rompan con las normas de respeto que deben imperar. Las multas pueden llegar “hasta dos salarios mínimos más altos del sector privado”, entre otras amonestaciones.

El presidente de la LIDOM tiene la última palabra entre los contratos de equipos y peloteros o de cualquier personal técnico, tal y como dice el acápite O.

Del mismo modo contrata los árbitros que sean necesarios y establece sus sueldos (acápite R). Su sueldo es de 150 mil pesos mensuales, más gastos de representación, según informaron varias fuentes a elCaribe, aunque otros consultados que prefirieron el anónimato dijeron que “es probable” que obtenga más beneficios.

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