En La Barquita se regula desde el volumen de voz hasta el tiempo de visita

Como al pueblo de Israel le llegó momentos en los que desearon tener la comida de Egipto mientras era conducido por el desierto, así los habitantes de La Nueva Barquita añoran las libertades y estilo de vida de la tierra que dejaron atrás.

Como al pueblo de Israel le llegó momentos en los que desearon tener la comida de Egipto mientras era conducido por el desierto, así los habitantes de La Nueva Barquita añoran las libertades y estilo de vida de la tierra que dejaron atrás.

Y es que el trabajo de sacar a más de 1,300 familias de la orilla del río Ozama hacia un complejo habitacional modelo empieza a mostrar desafíos a un año de la inauguración de este condominio.

Residir en La Nueva Barquita, en Santo Domingo Norte, conlleva el cumplimiento de una serie de normas, que hasta el pasado jueves parecían cumplirse sin mayores inconvenientes. Los “barquiteros” habían llevado la fiesta en paz hasta que le tocaron una de las costumbres más sagradas de cualquier tribu o nación civilizada: la forma de despedirse de sus muertos.

Aunque no está establecido de forma escrita, en el “Reglamento de Condominio y Uso de Vivienda La Nueva Barquita” están prohibidos los velatorios dentro del complejo habitacional. El pasado jueves estos residentes vencieron el temor que impera en el condómino de perder sus apartamentos ante el incumplimiento de las normas establecidas por el Patronato La Nueva Barquita y en las calles del proyecto manifestaron su descontento con esta y otras disposiciones.

Desafiando la fuerza policial, estos moradores lograron velar por dos horas y 30 minutos el cuerpo de Yulissa Castro dentro del apartamento en que vivía.

Pero el descontento es en varios aspectos. “Uno tiene hasta que dejar el caldero vacío para cumplir con el pago que exige el patronato, porque nos amenazan con sacarnos a las calles. Yo soy una mujer pobre que tenía mi casa a la orilla del río pero era mía”, expresa la señora Julia Hernández. Habla del pago de 1,000 pesos mensuales que el usuario responsable de un apartamento debe dar por concepto de mantenimiento.

Un caso particular es el de Iris Bellanira Segura a quien recientemente le llegó una intimación de pago y advertencia de rescisión de contrato por tener una deuda de 11 mil pesos. “El Patronato La Nueva Barquita le otorga un plazo improrrogable de diez días hábiles para saldar la indicada deuda, advirtiéndole que de no obtemperar al pago de la deuda en el plazo otorgado, el patronato actuará por todas las vías legales disponibles para hacer eficaz el cobro. De no obtemperar, el patronato iniciará el proceso de rescisión unilateral del contrato y posterior expulsión o desalojo del apartamento”, destaca.

En la actualidad, estos moradores se encuentran en el tiempo de adaptación: un periodo de diez años contados a partir de la entrega de la vivienda al usuario, hasta la suscripción del contrato definitivo del traspaso de la unidad, con lo cual se obtendrá la propiedad del inmueble, es decir, un usuario será considerado propietario cuando haya transcurrido el periodo establecido.

De acuerdo con el reglamento que rige en La Nueva Barquita, el Patronato aplicará el siguiente régimen sancionatorio sobre los usuarios o residentes que incurran en conductas o hechos en violación a lo establecido en el presente reglamento: extensión del período de adaptación y derecho de uso y la rescisión del contrato y consiguiente expulsión del usuario del proyecto habitacional.

De los casos que se han hecho público, se tiene registro de dos beneficiarios que fueron desalojados de sus unidades por riñas. Las normas allí establecen que los usuarios serán responsables directa y personalmente de las violaciones de las normas establecidas por el patronato.

Prohibiciones 

ll Está prohibido el uso de anafes, carbón o cualquier otro aparato que pueda provocar un incendio en la unidad.

ll Deberán evitarse en las unidades y áreas comunes conversaciones con voz excesivamente alta, o cualesquiera ruido, ya sea por música o de cualquier tipo que por su volumen pueda molestar.

ll El usuario no podrá arrendar o ceder en uso su unidad a terceras personas.

ll El ocupante no podrá recibir en la unidad por períodos superiores a un mes más personas de las empadronadas o autorizadas por el patronato.

ll Queda prohibido tender o secar ropas y otros artículos en las ventanas, barandas, pasillos, terrazas; escaleras, etc y la limpieza de los mismos en las partes exteriores del edificio o en el patio.

ll Pintar o decorar paredes, puertas y ventanas exteriores, con colores o adornos que alteren el conjunto.

ll Verter basura fuera de los contenedores, papeleras o espacios destinados a esos fines.

ll Al principio se prohibió poseer animales de cualquier tipo. Ya se permiten los considerados como mascotas.

ll Realizar actividades privadas en las áreas comunes del condominio sin la previa y expresa autorización del patronato.

ll El usuario de La Nueva Barquita no podrá involucrarse en riñas, altercados o cualquier otro acto contrario a los valores.

Deberes

ll Mantener la unidad como vivienda unifamiliar, así como actualizar el padrón que mantiene el patronato.

ll Para los casos en que se solicite agregar otro miembro en el padrón, el usuario deberá aportar los siguientes documentos: carta de solicitud con las razones que lo motivan, cédula de identidad de la persona que se pretende incluir, autorización de la persona que figura como cabeza de familia y certificación de no antecedentes penales.

ll Mantenerse al día en el pago del mantenimiento de las áreas comunes y demás aportes que sean requeridos por el patronato a los usuarios para cubrir situaciones extraordinarias de mantenimiento de las áreas comunes.

ll Ser garante social del edificio cuando le corresponda.

ll Votar en las elecciones de edificios y para elegir representante de escalera y de bloque frente al patronato.

ll Informar de aquellas visitas que excedan de un mes residiendo en la unidad.

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