¿Cuáles son los mejores aliados de la buena memoria siempre?

La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard ha informado sobre estudios que concluyen que los hábitos de vida relativos a: qué comemos, qué bebemos, si hacemos o no ejercicio y qué tan estresados estamos, entre otros, afectan nuestra salud&#82

La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard ha informado sobre estudios que concluyen que los hábitos de vida relativos a: qué comemos, qué bebemos, si hacemos o no ejercicio y qué tan estresados estamos, entre otros, afectan nuestra salud mental en cada circunstancia tanto como nuestra salud física.

La importancia del ejercicio regular y una dieta saludable para proteger nuestra memoria del declive asociado al envejecimiento es respaldada por creciente investigación.
Por ejemplo, las personas que se ejercitan regularmente tienden a preservar la agudeza mental al llegar a los 70, 80 años o más.

Actualmente hay mucha preocupación con el tema de la enfermedad de Alzheimer, especialmente entre personas a partir de los 60 años. Pero sin ser necesariamente una señal de un problema tan serio como esta enfermedad, lapsos menores de memoria ocurren con la edad, como resultado de cambios normales en la estructura cerebral.

Harvard comenta que el ejercicio ayuda a la memoria al reducir el riesgo de desarrollar distintas condiciones que llegan a ser “ladronas de memoria” como la alta presión arterial, la diabetes y el derrame cerebral.

El activismo físico es bueno para los pulmones y las personas que tienen buena función pulmonar envían más oxígeno a sus cerebros.

También el ejercicio ayudaría a construir nuevas conexiones entre las células cerebrales y mejorar la comunicación entre ellas. Contribuye al incremento de la producción de neurotrofinas, sustancias que alimentan las células cerebrales y ayudan a protegerlas contras los daños de derrames cerebrales y otras heridas.

Pasando al aspecto dietético, se estima que el estilo de alimentación mediterránea, que enfatiza los granos integrales, frutas, vegetales y grasas saludables como las provenientes del pescado, las nueces, aguacate y aceites como el de oliva, aliado de nuestra salud cardiovascular, puede reducir el riesgo de tener problemas de memoria y pensamiento en las últimas décadas de la vida.

El tipo de grasa que predomina en la dieta parece tener importante impacto en la memoria. Personas que consumen más alimentos ricos en grasas insaturadas, como pescado, nueces, el mencionado aceite de oliva y el de aguacate y menos de los ricos en grasa saturada, como carne roja y lácteos, tendrían menos declive de memoria.

Se estima que comer varias porciones de frutas y vegetales al día puede también proteger la memoria. Los alimentos vegetales están llenos de vitaminas, minerales y otros nutrientes que pueden proteger contra el deterioro relacionado con la edad en todo nuestro cuerpo.

La combinación dieta saludable-ejercicio, nos mantiene en forma en lo físico y lo mental, así que busquemos el programa de actividad física, moderado o vigoroso, que más se ajuste a nuestros gustos y agendas y hagámoslo parte regular de nuestro día a día.

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