Acción Dominicana Independiente – III

El comunicado que apareció en la prensa el 3 de junio de 1963 se encabezaba como “Acción Dominicana en Acción”, y el mismo se refería a un asalto a sus oficinas perpetrado en la noche del 1 al 2 de junio. Se forzaron los archivos, y la institució

El comunicado que apareció en la prensa el 3 de junio de 1963 se encabezaba como “Acción Dominicana en Acción”, y el mismo se refería a un asalto a sus oficinas perpetrado en la noche del 1 al 2 de junio. Se forzaron los archivos, y la institución dedujo que el propósito había sido el de obtener el nombre de los miembros. La Acción Dominicana Independiente, en el mismo comunicado, hacía advertencia a los “malhechores físicos e intelectuales (si los hubiera), que si tienen conciencia mediten profundamente sus errores, porque todas las personas militantes de nuestra Acción, están conscientes desde el instante mismo de su creación, del peligro que entrañan todas las defensas de las libertades conquistadas al precio de tantos sacrificios y sangre del pueblo dominicano y que esta acción vandálica, en vez de amedrentar a los hombres y mujeres de Acción Dominicana Independiente, robustece sus esfuerzos y su espíritu de lucha, por los cuales ofrendaron tantos héroes sus vidas, y que son la inspiración de nuestro fuero patrio, contra todos aquellos que deseen nuevamente conculcarlos”.
Este comunicado estuvo firmado en sesión de emergencia por nueve miembros de la Directiva.

El próximo comunicado corresponde al 20 de junio, y habla de que “el ensayo democrático que realiza la República requiere el concurso de toda la ciudadanía para su feliz cristalización. De toda la ciudadanía, decimos, y ésta está integrada por los gobernantes y los gobernados.” La razón de este comunicado era para expresar su respaldo a la “justa causa que sustenta Fenama.” Recordemos que Fenama eran las siglas para la Federación Nacional de Maestros, que fue fundada el 7 de septiembre de 1961 (antecesora de la actual ADP), y desde sus inicios fue un bastión de protestas por los derechos de los maestros, especialmente durante el gobierno de Bosch. En ese gobierno Fenama protestó por la cancelación masiva de maestros, situación que no era compartida por el gobierno. Fenama se quejaba de la reducción a la mitad de los salarios de los maestros, a lo cual el gobierno también le salió al paso negándolo. Fenama solicitó a la Asamblea Revisora de la Constitución que se consagrara específicamente la libertad de enseñanza, característica de toda nación verdaderamente libre y civilizada, contraria al enunciado del Artículo 19, cuya redacción decía que “de una manera absoluta, el sistema escolar está sujeto a la organización y supervigilancia del Estado.” El último párrafo de este comunicado indicaba que el mismo había sido redactado con “fervor patriótico, sin miras políticas personalistas, y con el pensamiento puesto únicamente en la salud de la patria, impetramos al ciudadano presidente de la República, prestar oídos al clamor de los maestros dominicanos, y sin renunciar a su autoridad, que los maestros son los primeros en deber proclamar, reconocer la razón de su causa y proclamar su inamovilidad, salvo probadas razones de índole moral o de capacidad.” En esta ocasión firmó la directiva, sin mencionar ningún nombre en específico.

Para terminar con los comunicados del mes de junio, el 24, la Acción Independiente indicó que “se sentía consternada ante la pretendida prohibición de una demostración pública convocada por Fenama, “porque esto constituye una manifiesta negación del derecho de Libre reunión y de Libre expresión del pensamiento consagrado en la Constitución de la República”.

Llama la atención que se había indicado que no se le pedía al gobierno que renunciara a su autoridad, sin embargo, pese a la negativa del gobierno, la Federación Nacional de Maestros llevó a cabo su manifestación de protesta por las recientes cancelaciones de maestros ordenadas por el Ministerio de Educación, manifestación que no había recibido el permiso de las autoridades correspondientes, entiéndase, los ministerios de Interior y Policía y de Educación.

El último comunicado que reseñaremos hoy corresponde al 18 de julio, el que no merece comentarios de nuestra parte porque se explica por sí solo. Pero es evidente que las cosas, en vez de mejorar para el gobierno, iban de mal en peor.

El texto del Comunicado, firmado únicamente por Aybar Castellanos, es el siguiente:

ACCIÓN DOMINICANA INDEPENDIENTE

Hondamente preocupada por los acontecimientos que tienen en permanente estremecimiento la conciencia nacional, juzga un deber impostergable de todos los dominicanos —Partidos Políticos, Instituciones privadas, apolíticas y apartidistas, Ciudadanos, etc.— pronunciarse responsablemente sobre la problemática nacional, porque la suerte de la patria está en juego, ahora como nunca antes.

Es hora de meditación, de honda reflexión, y solo debe primar en el ánimo de todos, crear en todo el ámbito nacional, el clima de seguridad que garantice el ejercicio pleno del derecho e induzca al estricto cumplimiento del deber, único camino que conduce al goce de la felicidad, de qué tan necesitado está este pueblo, juguete histórico de intereses bastardos y mezquinos, de políticos ambiciosos, sin moral, que hasta ahora solo han perseguido la satisfacción de sus desenfrenados apetitos de poder y de tenencias de todo orden.

Acción Dominicana Independiente entiende que solo el orden, fundado en el respeto de las instituciones democráticas, en la unidad de la familia —célula básica de la sociedad—; en la seguridad de la propiedad privada, con las limitaciones de la ley; en el ejercicio libre de todas las actividades lícitas; en la libre expresión del pensamiento; en la igualdad de oportunidades para todas las personas, fueros todos reconocidos y consagrados por la Constitución Política del Estado, puede construir sobre bases sólidas la verdadera democracia dominicana.

No es, a nuestro juicio, la siembra de cizaña en las instituciones castrenses —que bien orientadas y mejor instruidas pueden y deben ser la garantía del orden a que aspiramos—; no es instigando la división de la familia dominicana, que tan armónicamente convivió a través de su agitada y azarosa historia; no es, en fin tratando de destruir las virtudes de este pueblo, como se anda el camino que debe conducirnos a ese estado de paz ordenada que propicie el progreso de la nación, y realice, en último término el sueño de los Trinitarios. El que de tal forma proceda será indefectiblemente anatematizado por la historia.

Es necesario que todos los buenos dominicanos, unidos en apretado haz en el noble propósito de la salvación nacional, ofrezcan su irrestricto respaldo a las Instituciones que puedan crear el clima de respeto que garantice, como decimos antes, el ejercicio de todos los derechos y obligue al cumplimiento de todos los deberes.

Es necesario, por último, que los Partidos Políticos de extracción democrática, las Instituciones Privadas, y los Ciudadanos verdaderamente interesados en la mejor suerte de la patria, se reúnan en monolítico bloque para oponerse a las fuerzas que pretenden crear la división de nuestra familia, a través de la lucha de clases, de razas o de religión, únicas positivamente golpistas y reaccionarias, y las que si no son frenadas a tiempo, hundirán al país en un mar de confusionismo y de odio.

El momento es grave. La suerte de la nacionalidad está en juego, y la inhibición, el retraimiento, la indiferencia. la apatía o el desinterés será baldón imborrable para esta generación, en cuyas manos, como señalado privilegio, ha puesto la Divina Providencia la salvación de la Patria dominicana.

Por la Directiva:
José Andrés Aybar Castellanos.

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