¿Sabe usted trabajar en equipo?

Lo escribió la Madre Teresa de Calcuta: “Yo hago lo que tú no puedes y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”. Soy un apasionado de la unidad en todos nuestros escenarios, cada uno colaborando con el otro, teniendo…

Lo escribió la Madre Teresa de Calcuta: “Yo hago lo que tú no puedes y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”. Soy un apasionado de la unidad en todos nuestros escenarios, cada uno colaborando con el otro, teniendo nuestros objetivos claros. Para que un grupo tenga éxito, sus miembros deben tener un apreciable grado de afinidad, que es lo que otorga identidad.

Conozco de empresas otrora sólidas que han quebrado porque los descendientes de los dueños originales tuvieron serias diferencias entre sí. También recuerdo una institución sin fines de lucro que hacía una gran labor social, pero cerró por culpa de chismes entre sus directivos.

Me fascina observar a esos pequeños animales cuando se preparan para atrapar una presa de gran tamaño. En grupo son invencibles. Existe una coordinación perfecta. Los actores asumen su papel, ni más ni menos. Y hasta en la repartición del festín cada uno sabe el momento exacto en que le corresponde comer y la cantidad que requiere o merece. Y cuando recorren los senderos, lo hacen de forma ordenada, cada cual en su lugar, respetando al otro, en especial al que tiene más experiencia y conoce mejor los peligros y el accionar de sus depredadores.

Por el contrario, hay ciertos seres vivos que consideran que vinieron al mundo exclusivamente para vivir ellos. Todo gira en torno a sus figuras. Se creen indispensables. No toman en cuenta al prójimo. Juran que las ideas y la labor del otro son basura que ni para reciclaje es buena. Son tan egoístas que cuando son solidarios lo hacen porque les conviene.

Estos individuos tratan de colocarse delante en la fila de cualquier manera, aunque pisoteen a embarazadas o a ancianos. O ellos o nadie. Creen que el que encabeza el grupo es el primero que bebe agua limpia, cuando el que lo consigue es el que tiene su corazón diáfano y su sed es saciada de inmediato cuando hace lo correcto.

Y no importa que sean destacados en un área, pues el talento que no se comparte o que no promueva la fraternidad hace más mal que bien. Es condición de las personas superiores reconocer que todo proyecto o meta se alcanza uniendo voluntades, asumiendo su responsabilidad y punto, siempre en armonía con el conjunto.

Si no logramos conformar un buen equipo de trabajo en nuestro entorno, compuesto por personas preocupadas por el bien común, el provenir de nuestras instituciones o negocios será triste. Saber trabajar en equipo es la clave del triunfo. Imitemos a esos animales que sin tener conciencia, cumplen su deber y su misión mejor que la mayoría de nosotros.

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