Delincuencia en el transporte público, ¿mala fama o realidad?

“En el sector transporte hay drogadicción, alcohol, asaltos a mano armada, con armas. Violaciones de mujeres saliendo de universidades y colegios. Tumbes, sicariato”.

“En el sector transporte hay drogadicción, alcohol, asaltos a mano armada, con armas. Violaciones de mujeres saliendo de universidades y colegios. Tumbes, sicariato”. La frase anterior es del presidente de la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU), William Pérez Figuereo al referirse a la reputación que persigue a los choferes y sindicatos del transporte público urbano. Su declaración, la entiende como una especie de reconocimiento a los males que hay ahí adentro “para después ir a erradicarlos”.

La fama que relaciona a este sector con la delincuencia la alimenta los incidentes vistos en las calles, en casos ventilados en los tribunales y regularmente reflejados en los medios de comunicación. Órdenes de asesinato que cobraron solo en diciembre del 2014 y enero 2015 la muerte de cinco choferes, pleitos por rutas con bate en mano, la imprudencia al momento de manejar y una modalidad especial de bloquear las vías cuando no se está de acuerdo, son incidentes con cara de un chofer de transporte público.

El juicio contra el presidente de Unión Nacional de Trabajadores Afines (Unatrafin), Arsenio Quevedo, y el exregidor de Pedro Brand, Erickson de los Santos Solís, es el ejemplo reciente más emblemático para representar un caso judicial (aplazado unas 19 veces) que relaciona el transporte urbano con el crimen, esta vez con una red de sicariato y lavado de activos.

¿Es solo la fama de delincuentes entre choferes del transporte público, o es una realidad?
El presidente de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano) defiende su sector bajo una teoría lógica de que la violencia está en todas partes y “escasos sectores” se escapan de ella. “Esta es una sociedad corrompida que por donde quiera que la pinchan bota pus. Los transportistas, los choferes no son un mundo aparte de esta sociedad”, señala Juan Hubieres.

elCaribe le cuestiona a este dirigente choferil del sindicato con más operadores en Santo Domingo sobre esa reputación. Hubieres reconoce que dentro de su sector hay violencia y consumo de drogas. Pero también da a entender que los medios alimentan en exceso esta idea.

“Ahora, recojamos los expedientes de la violencia intrafamiliar, de la violencia de género. Recojamos expedientes de los asesinatos y atracos y veremos que siete de cada 10 casos hay militares y policías, no choferes. Recojamos la violencia en el narcotráfico, la venta y consumo y veremos dónde están los porcentajes mayores”.

Y asegura que incluso, en los accidentes de tránsito, los choferes de transporte público se hallan en el puesto número ocho, muy por debajo de los dos primeros involucrados: motocicletas y autos privados, señala.

William Pérez Figuereo también acusa de esa violencia a los “piratas”, infiltrados en el sector transporte que “de un acechón” entran a las rutas y, según él, cometen fechorías.

¿Qué dice la ley sobre Tránsito que aprobó el Congreso?

La Ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial que aprobó el pasado viernes el Congreso Nacional hace obligatoria la capacitación de los choferes y les garantiza su seguridad social, pensiones y solo ocho horas de trabajo.

Esta pieza hace obligatoria la Educación Vial en todos los niveles de media y secundaria y en el caso de los choferes de transporte público, establece la escuela básica como escolaridad mínima.

El diputado Rafael Tobías Crespo, quien fue el proponente del proyecto, explica que cada chofer, ya sea de transporte urbano, interurbano, de ambulancia, de mercancía tóxica e incluso vehículo fúnebre, contará con una licencia de conducir que lo identifica en el área de trabajo. “Eso les permitirá a los choferes ser sujetos de crédito, porque ya el Estado y las instituciones sabrán que esa persona es un transportista que se dedica a una de esas profesiones, y será aval para la seguridad social y pensiones”.

La Ley, de acuerdo con su proponente, implica que los choferes deberán hacer cursos especializados sobre el oficio que desempeñarán, de servicio al cliente y relaciones humanas.

“No hay sector más honesto que el de los transportistas”

Juan Hubieres, presidente de Fenatrano, asegura que los choferes de transporte público son honestos y dice que los medios de comunicación, “en la línea de crear desprestigio”, no ubican a los choferes como individuos, sino como sector. “No hay sectores que, como sectores, no como individuos, sean más honestos, más trabajadores que los transportistas en este país. No hablo de fulano o fulana, me refiero a sectores y he retado públicamente a cualquier sector de la sociedad (a que demuestre otra cosa)”, manifestó.

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