Cuando el dolor es un obstáculo para disfrutar el sexo

Por lo general la educación sexual se enfoca en las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos. Rara vez aborda el vínculo que existe entre las relaciones sexuales y el placer. O bien, qué es lo que nos gusta o no nos gusta en una relación&#8

Por lo general la educación sexual se enfoca en las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos. Rara vez aborda el vínculo que existe entre las relaciones sexuales y el placer. O bien, qué es lo que nos gusta o no nos gusta en una relación sexual. Ambos aspectos tan importantes como la prevención de enfermedades y embarazos no deseados. El aspecto psicológico en toda relación de pareja reviste importancia y debe tomarse en cuenta con la misma seriedad que se abordan las enfermedades de transmisión sexual o la prevención de embarazos no deseados.

Muchas mujeres evitan la penetración porque sienten dolor en el coito. Entonces se ponen tensas solo de pensar en el coito, y al ponerse tensas se agudiza el problema. Se crea pues un círculo vicioso que empeora la situación.

A propósito del Día de la Amor y la Amistad, hemos abordado el tema, ya que en muchas relaciones de pareja, si no todas, el sexo forma parte fundamental de la relación.

Tanto el hombre como la mujer deben sentirse a gusto y experimentar placer en una relación sexual y deben, ambos, tener la suficiente confianza de abordar y precisar qué les gusta y qué no durante el coito. El sexo forma parte de nuestra relación, no importa la edad. No solo debemos prevenir enfermedades, también debemos prevenir el deterioro de la relación por falta de confianza entre sus protagonistas o, lo que es peor, falta de conocimientos.

El dolor durante el coito puede evitarse, pero para ello la pareja debe abrirse uno al otro, documentarse con un profesional de la salud para lograr que las relaciones sexuales sean siempre placenteras. Se precisa de confianza, sinceridad y honestidad en todos los niveles de la relación, incluyendo el nivel sexual. Muchas rencillas de pareja se resuelven con un buen sexo.

“Este síntoma desde el punto de vista médico recibe el nombre de dispareunia, y puede ocurrir tanto al inicio de la penetración o durante el acto propiamente. La dispareunia no es exclusiva de la mujer, también lo puede padecer el hombre”, explica el doctor Manelich Salazar, gineco-obstetra, con consulta privada en el Centro de Ginecología y Obstetricia de Santo Domingo, a la vez que asegura que “puede presentarse de una a tres de cada 10 mujeres, siendo más frecuente por debajo de los 15 años y por encima de los 50, aunque puede presentarse en cualquier edad de la paciente sexualmente activa”.

Explica que las principales causas se dividen en anatómicas, funcionales y sicológicas, “también pueden ser de origen mixto, lo que significa la combinación de dos o más de las variables causales”.

Dentro de las anatómicas se encuentran: la presencia de tumores de vulva, vagina e incluso algunas tumoraciones uterinas o pélvicas, sean estas de origen genital u otros órganos adyacentes como colon, recto y vejiga; así como malformaciones congénitas de vulva y vagina, siendo lo más frecuente la presencia de tabiques, sean estos verticales u horizontales, completos o incompletos, subraya el galeno.

“Dentro de los funcionales se encuentran los de origen hormonal, y las alteraciones de los procesos de la lubricación, siendo los más frecuentes el hipoestregenismo (disminución de los estrógenos) y las patologías de las glándulas de Bartolino, que son dos glándulas que se encuentran a ambos lados de la entrada de la vagina, responsables de más del 70% de la lubricación y que suelen obstruirse por infecciones de transmisión sexual, sobre todo las producidas por Clamidhya Tracomati- y Neysseria gonorrea”, indica el galeno entrevistado por elCaribe. Dentro de las sociológicas, la más frecuente es el vaginismo, que se traduce en contracciones tan fuertes del músculo constrictor de la vagina y algunos del peroné, que en algunos casos llega a impedir la consumación del acto, entiéndase hacer muy doloroso o imposible la penetración, detalla. Aclara que de ninguna manera esto significa el final de vida sexual de la mujer ni de su gratificación durante la misma, ya que hoy día, existen múltiples alternativas de tratamiento que guardan relación directa con el conocimiento de las causas.

“Estas modalidades de tratamiento van desde la corrección de los trastornos anatómicos que las producen, la reposición de las deficiencias hormonales, el manejo combinado en algunas ocasiones del ginecólogo, terapista sexual, y soporte emocional para manejo del stress y la tensión hasta las alternativas modernas, que incluyen el rejuvenecimiento vaginal Laser, (Laser CO2) con el que se corrigen de manera simultánea algunos de los trastornos anatómicos y mejorías significativas de los trastornos de la lubricación a través del estímulo de producción natural de colágeno por las propias paredes vaginales, mejorando de esta manera el acoplamiento de las parejas, eliminando el dolor y mejorando la respuesta,” sostiene Salazar.

Situaciones que influyen

En las mujeres que están en edad menopáusica la penetración puede resultar dolorosa debido a la sequedad vaginal. Lo recomendable es consultar al ginecólogo cuando se sienta dolor en las relaciones sexuales, las que deben ser siempre placenteras no importa la edad. En los casos de que la razón sea psicológica, se recomiendan terapias sexuales.
Una encuesta en Reino Unido en la que participaron casi 7.000 mujeres sexualmente activas de entre 16 y 74 años, encontró que una de cada 10 tenía dolor al mantener relaciones sexuales.

El sondeo, llevado a cabo por tres instituciones británicas de investigación y cuyas conclusiones fueron publicadas en la Revista Internacional de Obstetricia y Ginecología, sugiere que este problema médico, conocido como dispareunia o coitalgia, es común y afecta a mujeres de todas las edades.

Quienes lo sufren padecen dolor o molestias con el coito, que pueden darse tanto durante como después de la unión sexual. Las mujeres de 55 a 65 años son las que tienen más probabilidades de tener dispareunia, seguidas del grupo de las más jóvenes, el comprendido entre los 16 y los 24 años.

En efecto, otro estudio en el que participaron unas 200 estudiantes universitarias de Canadá concluyó que hasta el 50% de las jóvenes encuentra dolorosa su primera experiencia de penetración.

La encuesta británica sobre actitudes sexuales y estilos de vida fue realizada en conjunto por la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM por sus siglas en inglés), la University College London y el centro de investigaciones sociales NatCen Social Research. El 7.5% de las encuestadas declaró haber tenido coitos dolorosos.

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