ROMA. — El papa Francisco aseguró a la Orden de Malta su soberanía, incluso mientras un delegado papal especial trabajará para asegurar la «renovación espiritual» de sus miembros tras conocerse que su rama humanitaria había distribuido condones.
El Soberano Consejo en Roma de esta antigua orden católica aceptó el sábado la renuncia del Gran Maestre Fra’ Matthew Festing, que había despedido al ministro de Relaciones Exteriores de la orden, Albrecht von Boeselager. El ministro fue retirado del puesto de Gran Canciller luego de conocerse que fueron distribuidos condones en Myanmar bajo su supervisión.
Sin embargo, el Vaticano intervino en favor de von Boeselager.
El Consejo desechó el sábado las medidas disciplinarias iniciadas contra éste, que de inmediato reasumió el puesto, señaló la orden en un comunicado. Los Caballeros indican que, en su carta del viernes, Francisco hizo énfasis en que son una orden soberana.
El forcejeo en lo que concierne al tema de la soberanía era un tema delicado, ya que el Vaticano es una entidad soberana, al igual que la Orden de Malta. Ambas partes tienen relaciones diplomáticas con gran cantidad de países en el mundo.
Hasta que sea elegido el sucesor de Festing, Fra’ Ludwig Hoffmann von Rumerstein fungirá como líder interino. En su misiva, el pontífice hizo notar que dicho líder temporal «asume la responsabilidad del gobierno de la orden, en especial en lo que respecta a las relaciones con otros Estados».
Pero Francisco también especificó claramente que su delegado especial «estará laborando en la renovación espiritual» de la orden, según el comunicado.
Además, en el documento se señala que el líder interino «asegurará su total colaboración con el delegado especial a quien el Santo Padre pretende nominar».
Días antes, Festing se reunió con el papa y dijo que renunciaría, luego de perder una lucha interna por el poder. El Vaticano indicó que Francisco había aceptado su renuncia.
