RD necesita una política deportiva más avanzada

Ganar una medalla de bronce en Juegos Olímpicos, como acaba de ocurrir con el logro de Luisito Pie, ¿servirá como pauta para revisar -de arriba abajo- la política deportiva de República Dominicana?

Ganar una medalla de bronce en Juegos Olímpicos, como acaba de ocurrir con el logro de Luisito Pie, ¿servirá como pauta para revisar -de arriba abajo- la política deportiva de República Dominicana?La pregunta tiene justificación, dicen analistas del deporte nacional, al considerar que el país tiene que “despertar” de su letargo y buscar el anhelado desarrollo deportivo. Este periodista, en la víspera de los Juegos Olímpicos recién concluidos en la ciudad de Río de Janeiro (Brasil), vaticinó que el deporte local, con su pelotón de 29 atletas, apenas tenía posibilidades reales (y remotas) de ganar una o dos medallas, sin importar el metal.

Y se citó, entre los posibles medallistas, a los boxeadores Leonel de los Santos y Héctor Luis García, así como al velocista Luguelín Santos y Luisito Pie en taekwondo. En el análisis se resaltó la capacidad y entrega de los citados atletas criollos, quienes, en sus actuaciones de fogueo a nivel internacional, enseñaron que podían salir airosos en el trascendental certamen deportivo.

En las Olimpíadas Río 2016 compitieron más de 10,500 atletas en representación de 206 países. En los Juegos Olímpicos acciona lo más granado del deporte mundial. Se repite el criterio, lleno de objetividad, que “los Juegos Olímpicos es el certamen de la élite del deporte mundial y, por consiguiente, en ese acontecimiento no tienen cabida -para los fines de triunfos- los atletas pertenecientes a los países del llamado Tercer Mundo”.

Esta opinión es consensuada por los más reputados analistas, que sostienen: “Los atletas de las naciones pobres, como República Dominicana, tienen sus certámenes”. Y añaden que los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en el que actúan atletas de 32 países, es donde República Dominicana debe competir con “verdaderos aires triunfalistas por medallas de oro o plata”.

No obstante, los mismos analistas no están opuestos a que el deporte dominicano asista a las Olimpíadas, pero sus dirigentes -a nivel de la cúpula del Comité Olímpico Dominicano, COD-, deben ya dar inicio a diseñar una plataforma con miras a darle un giro de 180 grados al deporte local de alta competencia.

Se aboga porque la directiva del COD prepare un dossier y lo presente al gobierno para que se pueda poner en ejecución un ajustado plan que conlleve a poner en práctica la tan anhelada eficiente política deportiva dominicana.

Y es que, precisan los analistas, ya es hora de que el Estado dominicano aplique una científica política deportiva, la cual, obviamente, necesita -para ver positivos resultados- de un respetable presupuesto. La directiva del COD y el Ministerio de Deportes necesitan que el Estado, sin más dilación, dé al deporte nacional los recursos económicos requeridos para que sus atletas tengan oportunidad de trillar mejores caminos y no seguir siendo los “atletas soñadores” cada vez que les toca competir en los exigentes Juegos Olímpicos.

La medalla de Pie, ¿una hazaña?

La conquista de una medalla de bronce del atleta dominicano Luis Pie, ¿se podría calificar como una hazaña?, se preguntan los analistas. Ganar un bronce en la trascendente cita de las Olimpíadas por un atleta de un país tercermundista, siempre será considerada como una hazaña. Se insiste que los Juegos Olímpicos es un certamen que pertenece a los países desarrollados y que los atletas originarios de naciones subdesarrolladas, como República Dominicana, van a las competencias como “atletas aventureros”.

El deporte dominicano ha logrado siete medallas en Juegos Olímpicos. Dos (de oro) ganadas por Félix Sánchez, quien en las Olimpíadas del 2012, también por hazaña, conquistó la presea dorada.

Los analistas sintetizan: Si el país quiere, en realidad, ocupar lugares de privilegio en el deporte élite, entonces el Estado debe aplicar la tan reclamada e indispensable política deportiva. Si no se cumple con este justo pedido, los atletas dominicanos seguirán siendo “mendigos” del deporte amateur y yendo a competir a los exigentes certámenes internacionales con “algunas esperanzas de medallas”, como se ha registrado en las Olimpiadas de Río.

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