Del Potro y su recuperación de leyenda en el tenis olímpico

RIO DE JANEIRO (AP) — Tendido boca abajo sobre la pista verde, Juan Martín del Potro dejó escapar todas sus emociones. Años de lesiones, cirugías e incertidumbre sobre una brillante carrera torpedeada por sus rebeldes muñecas…

RIO DE JANEIRO (AP) — Tendido boca abajo sobre la pista verde, Juan Martín del Potro dejó escapar todas sus emociones. Años de lesiones, cirugías e incertidumbre sobre una brillante carrera torpedeada por sus rebeldes muñecas parecían quedar en el olvido.

Sólo se escuchaba el ensordecedor rugido de la grada, coreando furiosamente una y otra vez, «Oleeee, oleeee, oleeee, oleeee, Delpoooo, Delpooo». Y ahí estaba Del Potro, el gigante amable, en el medio de todo, bañado por la adulación, a ley de una victoria de convertirse en el primer argentino que conquista una medalla olímpica de oro en el tenis.

Del Potro, alguna vez miembro de la élite del tenis y ahora 141 del mundo después de tres cirugías de su muñeca izquierda, recuperó la magia de antes y ofreció una actuación para el recuerdo al vencer el sábado 5-7, 6-4, 7-6 (5) al español Rafael Nadal, tercer preclasificado, en las semifinales del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

«Es el logro más importante de mi carrera junto al US Open, incluso más», dijo Del Potro, aludiendo a la conquista de su único título de Grand Slam. «Lo que estoy viviendo es más grande que un sueño».

Su rival en la final del domingo será nada menos que el último campeón y número dos del mundo, Andy Murray, quien se deshizo 6-1, 6-4 del japonés Kei Nishikori en la otra serie. El británico intenta convertirse en el primer hombre con dos oros olímpicos en sencillos.

«Andy sin dudas es el gran favorito», apuntó Del Potro, de 27 años.

Tomando en cuenta lo que se ha visto en Río, eso habría que ponerlo en duda. El campeón del US Open de 2009 y medallista de bronce en Londres 2012 ya eliminó al número uno del mundo Novak Djokovic en la primera ronda, y parece inmune a la presión y el oponente.

«He dado todo lo que tenía y hay que felicitar a Del Potro por la victoria», dijo Nadal, quien la víspera ganó el oro en dobles junto a su compatriota Marc López. «Me siento feliz de haber dado todo lo que tenía adentro y feliz de haber jugado a un nivel muy alto contra uno de los mejores jugadores del mundo».

Ambos llegaron a Río sin grandes expectativas. Nadal, quinto del mundo, estuvo inactivo los dos últimos meses y medio por una lesión en la muñeca que lo obligó a retirarse de Roland Garros y lo marginó de Wimbledon. El argentino había jugado media docena de partidos sin exigirse en busca de la mejor forma.

En el primer duelo entre ambos desde 2013, la estrategia de Nadal fue apuntar a la izquierda maltrecha del argentino –apenas metió un punto ganador de revés– para aprovechar la poca fuerza de la devolución y meter el latigazo con su zurda.

Pero Del Potro, ganador de 18 títulos contra 69 de Nadal, desenfundó un servicio con velocidad promedio de 200 kilómetros por hora y con su poderosa derecha (totalizó 18 puntos ganadores) se llevó la victoria en tres horas y 18 minutos.

«Todavía no puedo creer que ya tengo una medalla», admitió Del Potro, con los ojos todavía enrojecidos por el llanto.

Su oponente del domingo lo aventaja con cinco victorias en siete enfrentamientos. Pero la última vez que chocaron, en los cuartos de final de Indian Wells, fue victoria para el argentino.

Hasta aquí el logro más importante del tenis argentino en un Juego Olímpico había sido la medalla de plata de Gabriela Sabatini en Seúl 1988. Del Potro ahora quiere superarla.

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