“Como el que no quiere la cosa… algo se incuba en el PRD”

Ya finalizado el proceso comicial pasado, dirigentes de primera fila del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) “como el que no quiere la cosa”… incuban un proyecto que tiene como finalidad producir una transformación profunda, como dicen…

Ya finalizado el proceso comicial pasado, dirigentes de primera fila del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) “como el que no quiere la cosa”… incuban un proyecto que tiene como finalidad producir una transformación profunda, como dicen los gurúes “una reingeniería total” a todos los niveles en esa organización política, en interés de poder sacarla del prolongado letargo a que fue sumida en los últimos años como consecuencia de las desavenencias y luchas intestinas protagonizadas entre sus más connotadas figuras y que provocara su fragmentación y a tener un vertiginoso descenso en el mercado electoral dominicano. 

En este proceso no se descarta procurar el retorno de dirigentes del PRM al PRD. El proyecto comenzaría a implementarse tan pronto se conozca los niveles de participación que tendría el PRD en el Gobierno a partir del 16 de agosto, en el que se dice serían nombrados connotados dirigentes entre ellos su presidente, ingeniero Miguel Vargas Maldonado, entre otros. La idea viene creciendo como bola de nieve y gana cada día más adeptos a medida que se explica de lo que se trata.
Sus propulsores expresan sentirse muy preocupados por la actual situación del partido que tuvo como lema “el buey que más jala”, que trajo la democracia al país y que ha jugado papeles estelares en las más grandes conquistas y reivindicaciones sociales, económicas y políticas a favor del pueblo dominicano en los últimos cincuenta años. Dicen que asumen el compromiso de levantar al PRD como el “ave fénix” o como “Lázaro” para llevarlo a los estadios de gloria que otrora tuvo. Expresan, se trata de facilitar un período de “transición” que conllevaría la participación de todos y todas con sentido de cuerpo, pero cuya responsabilidad recaería esencialmente en figuras pertenecientes a la nueva generación de líderes y lideresas perredeístas que hasta cierto punto se les ha visto relegados por lo centralizada y acorazada forma en que las actuales autoridades manejan al PRD.
Para este proceso de “transición” se dice que Miguel Vargas Maldonado, quien preside el PRD, así como todos los perredeístas que sean nombrados en el Gobierno, asumirían una licencia por dos años en sus funciones dentro del PRD (hasta el 2018), fecha establecida para que se produzca la Convención en la que deberán elegirse las nuevas autoridades, entre las cuales se encuentra la Presidencia del PRD y de otros altos organismos.
Aseguran que Miguel no sería piedra de obstáculo y dedicaría el tiempo a sus tareas como funcionario público.
Trasciende que el proyecto ha sido consensuado y procura ser inclusivo pero con “sangre nueva”. Sería una tarea si se quiere colegiada. Ahí estarán Guido Gómez Mazara, Tony Peña, César Cabrera, Salim Ibarra, Hugo Rivera, Aníbal Herrera, Neney Cabrera, Hugo Beras, Heidekel Morrison, Wendy Capellán, Janet Camilo, Joel Díaz, Aníbal Díaz y otras tantas del interior y el exterior del país.
Son reiterativos en explicar que operarán con sentido de “cuerpo”, no habrá proyectos personalistas ni grupales, sólo imperará la unidad y el propósito de sacar del letargo en que se encuentra el Partido Revolucionario Dominicano.
En el referido período de transición se conformarían comisiones para visitar todas las provincias del país, incluyendo sus municipios, distritos municipales y seccionales del exterior para explicarles detalladamente y de forma abierta y democrática el proyecto de transformación a que sería sometido el PRD.
Esta transformación incluirá una modificación de sus Estatutos y de su Organigrama Funcional. Los integrantes de estos organismos serían escogidos de forma democrática, pero deberán tener cualidades y calidades para ello conforme un protocolo de participación.
Los Comités Provinciales, Municipales y de Distritos Municipales serían reestructurados para hacerlos más funcionales y operativos. Asimismo serían creados comités en torno a cada Mesa Electoral que existan en toda la geografía nacional. Se reformularían o anularían organismos, unos por disfuncionales e inoperantes según convenga al buen funcionamiento del partido. En fin, buscarían disminuir la hipertrofia que por años padece el PRD para hacer del mismo una verdadera y eficiente maquinaria electoral. En tanto que hacia fuera del PRD, se implementaría un programa de sensibilización y captación de nuevas figuras interesadas en participar en política, como son: jóvenes empresarios, profesionales, académicos e intelectuales, estudiantes universitarios, pequeños y medianos empresarios, técnicos, artistas, artesanos, trabajadores y emprendedores, líderes sociales, religiosos y comunitarios, etc., etc. Asimismo, se relanzaría la Escuela de Formación Política del partido y se pondría en marcha un programa continuo de educación, capacitación y formación de líderes priorizando a jóvenes y mujeres. Este programa sería llevado a cada una de las provincias y municipios del país, con la participación de intelectuales y académicos nacionales e internacionales. En esencia, lo que buscarían es empoderar a la juventud de ese partido para que asuma la tarea de modernizarlo, y colocarlo en los rieles correctos que lo conduzca a la conquista del poder en el 2020. l

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