La actriz Dolly Martínez se siente satisfecha de cumplir 35 años en las tablas, tiempo en el que ha interpretado muchos personajes y atesorado experiencias vividas a través del alma de cada uno de ellos.Confiesa que cada personaje que ha asumido le ha dejado una huella, una marca y es como “ver la vida de una persona, en un momento determinado desde su punto de vista y transmitirlo al público de la mano del director de teatro”. Para Martínez “estos 35 años significan un camino recorrido, un aprendizaje constante, unas ganas enormes de contar historias, ser parte de ellas, de escribirlas y de conocer las que vendrán”.
En su tiempo de ejercicio, nunca ha pensado que no vale la pena seguir. Ha contado con el apoyo de su familia, dice, lo que es fundamental, y ha requerido el priorizar de forma constante. “Detrás de un actor en escena hay actividades en familia postergadas, noches con falta de sueño, hay que decir no a muchas invitaciones, estar lista para los nervios antes de entrar y la autocrítica después de salir cada noche del escenario, pero siempre vale la pena”, dijo. Recuerda todas las obras en las que ha participado, pero se le hace un nudo en el corazón cuando escucha el tema central de la obra “ Acorde Final”, y se emociona al releer “Entre Alambradas” de Manuel Rueda y “ Yerma” de García Lorca, en los que ha tenido importantes roles. Dolly celebra estos 35 años con la obra “Cita a Ciegas”, que lleva más de cien presentaciones y tiene tres nominaciones a los premios Soberano, por lo que se mantiene en cartel los fines de semana en el teatro Las Máscaras. La actriz ha participado además en “Nosotras que nos queremos tanto”, “La noche que cerraron el bar”, “ No estoy para Nadie”, “Vamos a contar Mentiras” y “Entre Alambradas”, entre otras.
