Le fueron dictados tres meses de prisión como medida de coerción al agente policial Héctor Augusto Ventura Castro, de 32 años, por la presunta participación en el asesinato de tres disparos a quema ropa del joven Jairo Féliz, hecho ocurrido el pasado 12 de julio del 2015, en el sector Las Caobas.
Ventura Castro, fue arrestado infraganti el pasado domingo usando ropa de policía con insignia de sargento y se le ocupó una pistola con su cargador la cual portaba de manera ilegal.
Un comunicado de los parientes del hoy occiso explica que, según la Policía, el detenido pertenecía a las filas de dicha institución y desde el año 2008 fue separado por mala conducta.
El imputado, quien fue apresado por agentes policiales, junto con Brayan Antonio Nolasco (este último cumple medida de coerción desde el pasado 12 de enero 2016) ubicaron y persiguieron al hoy occiso según las evidencias de las cámaras del 911 y negocios aledaños.
Jairo Féliz fue asesinado en medio de una redada por dos hombres que lo interceptaron al llegar al drink La Reserva. Según las cámaras ubicadas en negocios, dos minutos antes agentes policiales lo detuvieron y lo revisaron y al ver que todos sus documentos estaban en orden lo despacharon. La víctima era sobrino de la periodista Hilda Féliz.
Según las investigaciones y evidencias recogidas por el Ministerio Público a través del magistrado Marcos Rosario y la Policía Nacional, Héctor Augusto Ventura Castro y Brayan Antonio Nolasco fueron quienes dispararon tres veces a quema ropa al hoy occiso al momento que llegaba al drink, ubicado en la Manzana 40 del sector Las Caobas, luego de ser invitado por una joven llamada Dairy de manera persistente, según evidencia de mensajes de textos recibidos minutos antes en su celular.
Familiares hacen un llamado al jefe de la Policía Nacional, mayor general Nelson Peguero Paredes, al procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, y a su vez a los Derechos Humanos, a tomar carta en el asunto ya que “estos delincuentes se sienten con derecho y licencia para matar, y luego amedrentan a los familiares para seguir en su círculo”.
Los familiares del malogrado joven dicen que han recibido varias llamadas tratando de intimidarlos para que no sigan con el caso. Consideran que estos imputados no tenían razón ni motivo alguno para darle muerte a su familiar y piden a la Fiscalía investigarlos a fondo para que confiesen quién les pagó para realizar este acto de sicariato.
