En las buenas y en las malas

A lguien una vez dijo que las personas tenían amigos y relaciones para cada ocasión. No recuerdo cómo se originó esa conversación. Otra persona me decía que en cada etapa de nuestra existencia contábamos con personas que en ese tiempo eran…

A lguien una vez dijo que las personas tenían amigos y relaciones para cada ocasión. No recuerdo cómo se originó esa conversación. Otra persona me decía que en cada etapa de nuestra existencia contábamos con personas que en ese tiempo eran nuestros mejores amigos, que pasado ese periodo o esa situación, esas “amistades” también terminaban o simplemente quedaban en el pasado.

Partiendo de que nadie puede pensar en cabeza ajena y de que cada uno vive su vida como entiende es la mejor manera de vivir y ser feliz, no pienso rebatir ninguno de esos planteamientos, pero, como ente humano, tengo mis propios pensamientos y modo de ver la vida, valorar a la gente y mis relaciones con los demás.

Es verdad que durante las distintas etapas de mi vida y de las actividades que he desarrollado a través de ella, he tenido amigos que, pasado ese proceso, jamás he vuelto a ver, aunque pensé que eso se debía a mi forma de ser, a que fuera de lo estrictamente necesario y profesional, porque no suelo hacerme el tiempo para compartir con los amigos, aun con aquellos que siempre han estado en mi vida y que con el paso del tiempo, han pasado a formar parte de mi familia.

En otros terrenos, como el de las relaciones amorosas, las personas, en especial los caballeros, suelen decir que no todas las mujeres son para casarse, por más que disfruten estar junto a ellas. Aseguran que pueden amar sinceramente y respetar a una, y al mismo tiempo le pueden atraer otras, entre las que puede haber una tan especial, que no querrá estar con nadie más, y hasta podría pensar que la ama.

Sin embargo, esa persona, no podrá estar presente en los momentos difíciles, no podrá estar cerca cuando necesite un abrazo, una palabra de apoyo para tratar de aliviar sus preocupaciones. Tendrá que mantener su distancia cuando lo que más desea es estar a su lado, compartir sus desvelos y preocupaciones, ayudando en lo que sea necesario.

Aunque sienta que deben estar juntos en las buenas y en las malas. Pero para todo eso habrá alguien más, aun cuando el otro entienda que sus sentimientos van más allá de pasar buenos momentos, de compartir horas felices, de disfrutar los tiempos de alegría. viendolo así, y auqnue a veces uno no lo entienda, pude ser que en verdad,la compañía va a depender de la ocasión. l

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