Espera la Semana Santa con un cuerpo hidratado

Los tiempos de asueto lo asociamos a playa, ríos, montañas, al esparcimiento, la diversión. Por eso, la Semana Santa, días que imponen recogimiento y reflexión, al ser días de descanso para muchos, es casi inevitable no verse tentados a retirarse&#8

Los tiempos de asueto lo asociamos a playa, ríos, montañas, al esparcimiento, la diversión. Por eso, la Semana Santa, días que imponen recogimiento y reflexión, al ser días de descanso para muchos, es casi inevitable no verse tentados a retirarse a la playa o al río. Es ahí cuando lo inadvertido comienza a ser advertido. Esas libras de más que se notan donde menos queremos verlas.
Deseamos librarnos de ellas cuanto antes y recurrimos a todo. Pero no todo siempre funciona a todos. Se ha demostrado que más que dieta, lo que funciona son hábitos saludables los 365 días del año y no esperar una temporada equis para meternos en cintura.

“Llega la Semana Santa y con ella inician las demandas de dietas rápidas para presentarnos en la playa con un cuerpo fabuloso. La forma más saludable es una dieta donde abunden los líquidos. Puede estar compuesta por zumos, batidos, sopas, carnes y vegetales, sin perjudicar tu salud”, explica la doctora Nalini Campillo, diabetóloga-nutrióloga, a la vez de decir que cuando alguien le pregunta qué nutrientes son importantes para la vida, responde con una segunda pregunta: “¿Cuales crees que son esos nutrientes? Y redactan correctamente una larga lista donde se menciona a la energía, las proteínas, las grasas y algunas vitaminas. Pero el agua no surge entre las primeras opciones. Resulta paradójico que el nutriente que conforma más de la mitad de la masa de nuestro organismo y que es imprescindible para la vida, no sea claramente reconocido como la principal necesidad de nuestra alimentación”, explica.

Dice que en vacaciones se disfruta de momentos ideales donde la familia realiza más actividades al aire libre en un país tropical y “tan bello como el nuestro que nos ofrece playas, montañas, parques, donde es necesario tener presente la importancia de la hidratación tanto en adultos como en los niños”, explica.
Nos sugiere escoger muy bien el tipo de bebida, de modo que los zumos y las bebidas refrescantes, con o sin gas, no se conviertan en sustitutos del agua.
“Como adultos debemos dar el ejemplo al hidratarnos. Si te pones a pensar en los líquidos que has ingerido hoy, más de la mitad corresponde a bebidas e infusiones con azúcar. Esa ingesta adicional de azúcar aportada por bebidas e infusiones se aproxima a 300 calorías al día, lo que favorece al desarrollo del sobrepeso, la obesidad, la diabetes, entre otras complicaciones”, advierte.

Y si perdemos agua, “es agua lo que debemos reponer. Nuestro objetivo como nutriólogos no es prohibir alimentos, sino ofrecer y promover reemplazos más saludables. Si reservamos el consumo de bebidas azucaradas para ocasiones especiales, llevamos la jarra de agua a la mesa, que siempre haya agua fresca en la casa, tomar agua al salir del hogar, después del ejercicio o de jugar, al despertarse y antes de dormir, son ejemplos útiles para cambiar el patrón de consumo del agua y la buena costumbre de hidratación personal y de nuestros hijos”, apunta. Considera los días de la Semana Santa los ideales para continuar con un estilo de vida saludable sin sumar grasas ni calorías extra a la dieta. “Si llevamos un estilo de vida saludable porque la principal motivación es la salud y no solo el bikini que vamos a usar, no importa la celebración que sea, seguirás en salud y esa salud se reflejará en todo tu cuerpo y créeme, siempre te verás fabulosa”, recomienda.

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