La Fundación Solca es una organización que canaliza recursos económicos hacia los Programas de Solidaridad Calasancia. Es una institución que pertenece al Colegio Calasanz, el cual impulsa proyectos sociales en el país, beneficiando en la actualidad a más de siete mil niños, niñas y jóvenes de escasos recursos en riesgo de exclusión social o en situación de vulnerabilidad, así como a sus familias, en La Romana, Bávaro y La Puya de Arroyo Hondo, en Santo Domingo. Rubén García Mulet, director ejecutivo, explicó que la institución, está presente, a través de sedes locales, desde las que hace el seguimiento de los proyectos, detecta sus necesidades y canaliza las ayudas económicas de los donantes, cumpliendo su objetivo de procurar un apoyo sistemático por este tipo de obras cercanas a los más pobres, tal como proclama el carisma de San José de Calazanz.
¿Qué significa Solca y cuáles son sus funciones?
Solca significa Solidaridad Calasancia. Ustedes saben que existen los colegios Calazans. Esta es una organización que hay detrás de los escolapios, que es la Orden de las Escuelas Pías, una orden religiosa que se dedica socialmente a proteger y darle educación a niños y jóvenes que no tienen, que están escondidos en un montón de continentes alrededor del mundo. Su función es buscar los recursos y canalizar los apoyos económicos, como humano, hacia los proyectos del país. Buscamos financiamiento para nuestros programas, la elaboración de proyectos de cooperación, información y sensibilización; la creación de redes de colaboración y ayuda a los programas, así como el acompañamiento y supervisión de los programas que se ejecutan.
¿Cómo surge la fundación?
Los proyectos existen desde hace mucho tiempo. Solca no es el creador de los proyectos. La fundación nace en Nicaragua, pero está, además en Costa Rica; y en República Dominicana surge en 2008. Es un proyecto de los padres escolapios, que está presente, a través de sedes locales, desde las que se hace el seguimiento de los proyectos, detecta sus necesidades y canaliza las ayudas económicas de los donantes, cumpliendo su objetivo de procurar un apoyo sistemático por este tipo de obras cercanas a los más pobres.
¿Qué tiempo llevas al frente de ella?
Llegué al país en 2007 como voluntario, e hice un levantamiento de estos proyectos en La Romana, donde fui por un año, pero se extendió a tres, es decir, hasta 2010. Luego de estar trabajando con ellos me di cuenta de que los escolapios necesitaban organizarse mejor en la forma de solicitar fondos para la fundación, la redacción de sus estatutos, en su forma de convocatoria, entonces me proponen a partir de 2010 echarla a funcionar en Costa Rica, donde estuve hasta 2013. De ahí, regreso al país para dirigirla aquí.
¿Qué programas realiza Solca y cuáles son los beneficiarios?
En la Puya de Arroyo Hondo, que es un barrio con ciertas dificultades sociales de desempleo, masificación, delincuencia, tenemos un centro cultural Calazans, un espacio abierto a la comunidad, con una oferta educativa que complemente sus sueños. Les damos todo el apoyo escolar, de programas de animación a la lectura, de pintura, taller de arte, entre otros. También, trabajamos con sus familias en programas de alfabetización de adulto. En La Romana, en zonas rurales, aunque son centros más pequeñitos, hacemos lo mismo.
Realizamos campamento sobre valores humanos y espirituales; de danza, juegos, entre otros, así como de salud, compuesto por un equipo de voluntarios de la misma comunidad que dedican su tiempo y su vida por los demás. Para ello se capacitan en términos básicos de salud, que les permita darles seguimiento a los enfermos de la comunidad.
¿De qué forma son canalizados los recursos que sustentan la fundación?
Nosotros buscamos nuestro propio presupuesto cada año, aunque hay instituciones fuera del país que nos envían algunos fondos, nosotros los buscamos con campañas y actividades solidarias. Por ejemplo, la campaña: “Un sol para dominicana”, que inauguramos en Galería 360, donde permanecerá hasta el cuatro de febrero, con la cual buscamos apoyo de empresas para completar nuestro presupuesto. Además, está el torneo de golf anual que celebraremos el cinco de marzo, y luego, tendremos el programa “Amigos solidarios”, mediante el cual quien quiera puede aportar la cantidad que decida en apoyo a nuestros programas. Entonces, con esos tipos de actividades y de iniciativas buscamos que los programas tengan los fondos para poder continuar. Del Gobierno recibimos bastante poco, y solo nos asignan algunos profesores y profesoras para trabajar en nuestros proyectos de apoyo escolar, pero no tenemos una asignación. Sí tenemos esa ayuda, pero no tenemos esas cantidades, como por ejemplo, de otros salarios, o materiales de trabajo.
¿Cuál ha sido su satisfacción al frente de la fundación?
Ver a los jóvenes del Campamento Calazans 21 trabajando por los niños de su comunidad. A través de esos campamento, he visto que esos jóvenes aprenden a cultivar la paciencia, a trabajar en equipo, a comunicarse mejor y ellos mismos son los principales impactados con esos resultados; es decir, que dándoles a los de allá es como ellos mismos se transforman. Y es muy bonito ver cómo esas mujeres y hombres dan su vida por los demás y su preocupación por los enfermos; llevarles palabras de aliento y ayudarlos, y eso es lo que en realidad transforma. Me llena de orgullo ver que dondequiera que estamos ubicados las comunidades nos dan muy buena acogida y se integran a nuestros programas.
¿Cuáles proyectos contempla la fundación para este 2016?
Tenemos muchos sueños para la fundación. Entre ellos está el poder construir una sala de cómputos en la Puya de Arroyo Hondo.
Demanda
Del gobierno recibimos bastante poco. Solo nos asignan algunos profesores para trabajar en nuestros proyectos de apoyo escolar, pero no tenemos una asignación”.
Esperanza
Soñamos con construir una sala de cómputos en la Puya de Arroyo Hondo. También, poder realizar talleres y dar clases de inglés, danza, teatro, música, entre otros”.
