Familia dice que expareja de mujer asesinada en tribunal usaba a su hijo como chantaje

La sargento de la Policía Karolina Rijo tenía una cita en el Juzgado de Paz del ensanche Ozama el pasado martes. ¿El motivo? Que quien fue su marido, Joaquín Soto Trinidad, le devolviera el niño que ambos habían procreado.

La sargento de la Policía Karolina Rijo tenía una cita en el Juzgado de Paz del ensanche Ozama el pasado martes. ¿El motivo? Que quien fue su marido, Joaquín Soto Trinidad, le devolviera el niño que ambos habían procreado.Esa mañana el hombre que aparentemente retenía a su hijo para chantajear a Karolina, de 34 años, ni devolvió al menor y prefirió matarla. Con tres disparos dejó sin madre a su propio niño de dos años y a otro mayor, de unos 12.

Caridad Rijo, hermana de Karolina, así lo aseguró, y dijo que Soto Trinidad nunca asumió responsabilidades como padre. “Mi hermana le daba todo a su hijo… Él (el padre) no le daba nada. Él se lo pidió por tres días y como era su papá mi hermana se lo prestó y él nunca lo quiso devolver”, narró. Fue el único momento del velatorio en la funeraria Blandino de Santo Domingo Este en que la doliente habló con la prensa para, precisamente, desmentir la versión de la Policía, de que el matador tenía la custodia del menor.

Caridad detalló que Soto Trinidad pidió al niño a inicios de diciembre por tres días, supuestamente para que viera a su abuela, no quiso entregarlo y citó a Karolina por abandono. “Y ella fue y lo citó porque no se lo quería devolver. El día de la cita él tenía que llevarle al niño y prefirió matarla porque él la tenía chantajeada con el niño”, remató. La familia Rijo Reyes aún no ha visto al hijo más pequeño de Karolina.

Dentro de la capilla y al lado izquierdo del ataúd, la madre de la fallecida, Mercedes Reyes, sin visos de lágrimas y con un hilo de voz repetía “ay mi Karola, mi hija, mi Karolina. Dios mío, que dolor tan grande”. En el fondo, una amiga clamaba y lloraba con más fuerza. Jenny y la malograda Karolina eran compañeras de promoción de la Policía y tenían 11 años de amistad. En un abrazo se unieron madre y amiga y fue en ese instante que la señora Mercedes sacó fuerzas, elevó los brazos para recibir el apretón y gritó de dolor. 

La recuerdan como una mujer llena de espíritu

Al velatorio acudieron policías y compañeros de la fallecida. Altagracia Hernández recuerda a Karolina como una persona muy querida, colaboradora y trabajadora. “Llena de espíritu”, expresó la agente, quien al igual que la difunta estaba asignada al Sistema de Emergencias 911. La dama fue sepultada ayer en el cementerio Cristo Salvador y el matador espera medida de coerción. 

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