Sucia, oscura y caótica

Sus fuentes sin una gota de agua (la Primada carece de abolengo); Montesinos congelado en su silencio (la Primada, un desorden de héroes en lugares insólitos); un Malecón que acepta cualquier marca de ron (nadie puede pisar despacio las hojas del almendro); avenidas huérfanas de sombra (y el tapón anula, implacable, toda humana paciencia); una tortura general que reparte un muffler recortado (la Primada es una brutal aldea); cinco puentes que unen sus peores miserias y miles de sospechosos que se esconden tras los cristales ahumados de sus carros exonerados. (Sucia, oscura y caótica, Santo Domingo es una porquería insoportable).