Estilo “hipsters”, una cultura que se impone entre los jóvenes

Si en los 60 llegaron los “hippies” promoviendo la paz en el mundo, una década más tarde aparecieron los “punkeros”, caracterizados por sus pensamientos anarquistas y sus peculiares crestas de colores.

Si en los 60 llegaron los “hippies” promoviendo la paz en el mundo, una década más tarde aparecieron los “punkeros”, caracterizados por sus pensamientos anarquistas y sus peculiares crestas de colores.

En el 2000, las calles se llenan de “emos”, distinguidos por tener visiones negativas y dramáticas de la vida. La posmodernidad nos trae a los “hipsters”, jóvenes entre los 25 y 35 años con ideas de antimoda y nueva visión del mundo. Son, por lo general, universitarios o adultos jóvenes con intereses artísticos y ecológicos. Frecuentan cafés literarios, parques, cines tradicionales y discotecas de música alternativa.

El “snobismo” es lo que mejor representaría a los hipsters. Todo lo que no es tendencia, para ellos sí lo es. Son críticos con la sociedad e intentan apegarse a lo intelectual. Más que una tribu urbana, es un estilo de vida. Este estilo abarca todos los aspectos e implica un gusto por lo alternativo, el rock indie, el cine independiente y todo lo que signifique originalidad.

Si bien es cierto que los “hípsters” se pasean normalmente por bares específicos y ambientes concretos, y hacen gala de una serie de características particulares, también lo es, que estéticamente han ido ganando seguidores entre muchos sectores de la sociedad, llegando a conseguir que muchas grandes marcas comerciales apuesten ya por copiar las prendas claves que acostumbran a definir al sector.

Características de esta comunidad
Si hay una subcultura urbana que ha adoptado las prendas vintage y nuevas de estilo retro son los llamados “hipster”. Hay muchos otros factores que los identifican, por ejemplo le dan nuevo uso a lo viejo: Con una mezcla de preocupación ecológica, nostalgia por el pasado y querer definirse como únicos, son fanáticos de los mercadillos vintage o, bien, de las tiendas especializadas en este tipo de ropa. Eso sí, compran prendas que no sean de ningún diseñador reconocido y que se adapten a su estilo de vestir. Esas prendas que eligen de una manera sumamente selectiva van combinadas con lo último de la tecnología, como un iPhone o un iPad, y con ropa recién comprada.

Les gustan las cosas artesanales: ya sea porque las encontraron en tienda de segunda mano o las hicieron ellos mismos, lo cierto es que a los” hípsters” les encanta lucir bolsas, bufandas, gorros o blusas hechas a mano.

Los lentes que les dan un aire de intelectualidad nunca faltan. Sí, los necesiten o no, a muchos de ellos les gusta lucir lentes que sean, o que se vean, retro, con grandes aros de plástico. Los auténticos Ray Ban Wayfarers, en todos los colores que te puedas imaginar, son unos de los modelos preferidos.

Todo “hípster” digno de considerarse a sí mismo “hípster” tiene en su guardarropa una sudadera con capucha, así como un T-shirt (entre más viejo y deslavado se vea, mejor) con alguna leyenda “witty” (aguda e ingeniosa).
Jamás un backpack: No, los “hípster” no usan mochilas a la espalda, prefieren las mochilas estilo mensajero, cruzadas por el medio del pecho, de un tamaño suficientemente grande para que su Mac Book entre sin problemas.

Los hombres que siguen este estilo se reconocen por sus Reeboks clásicos, Vans, o los populares Toms. A las mujeres las verás con botas vaqueras, una gran variedad de flats o sandalias súper cómodas. A las féminas también les encantan los vestidos florales o con encaje, así como los que se ven totalmente retro.

Cabello largo y despreocupado: Si hay algo que distingue a los “hispters” es que su cabello luce totalmente natural y despreocupado, aunque hayan invertido cientos de dólares en un moderno corte. Muchos hombres lucen con abundantes barbas.

Más…
Los hipsters son progresistas, por lo general no representan a religiones ni grupos políticos. Existen liberales, anarquistas, homosexuales y bisexuales, feministas y animalistas, entre muchas otros tipos de tendencias.

Este grupo está en contra de las convenciones sociales y rechazan los valores de la cultura comercial predominante y están en favor de las culturas populares locales. En este sentido, poseen una sensibilidad variada, inclinada a estilos de vida alternativos, que van desde preferir la comida orgánica hasta beber cervezas de elaboración artesanal.

Son, por lo general, personas de clase media y media alta, que viven en las grandes ciudades del mundo. Algunos los ven como gente muy auténtica, para otros, son gente desagradable y ridícula, creadoras de combinaciones desastrosas.

La gran paradoja de la cultura hípster es que, al popularizar su propia tendencia, que consiste en un constante rechazo hacia las modas dominantes y una búsqueda de patrones de vida alternativos, se ha convertido, a sí misma, en todo aquello que rechaza, es decir, un movimiento no “hípster”. 

Origen del estilo

Esta subcultura urbana no nació ayer, a pesar de que ahora es más visible. Es un fenómeno cuyo origen algunos sitúan en los años 40, durante el nacimiento del jazz. Otros lo encuentran en el apogeo de la cultura beatnik, entre los 50 y mediados de los 60. Y en la segunda década de los 2000 se han hecho fuertes en los núcleos urbanos, convirtiendo en “cool” todo lo que tocan. Incluso han conseguido hacer cambiar de estilo a “celebrities” como Beyoncé, que ha abrazado su estética.

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