En las décadas de los ochenta y los noventa, los merengueros se encontraban bien posicionados en el país y en plazas internacionales.En busca del “sueño americano” y debido a la recesión económica, muchos decidieron emigrar para Estados Unidos. Uno de estos merengueros es Charlie Rodríguez, quien en 1991 decidió residir en esa nación porque tenía trabajo asegurado.
Hace 23 años que vive en Nueva York y a pesar de esto afirma que siempre ha estado activo en República Dominicana, y que el hecho de que se haya ido a vivir a la ciudad de los rascacielos no implica que se alejó del mercado nacional.
Una muestra de su actividad sobre el escenario es su participación en “Los años Dorados del Merengue”. Pese a que es una de las figuras más respetadas de esta plataforma, afirma que no le agrada que lo encasillen con ese nombre, porque él se considera como “un cantante de ayer y de hoy que todavía estoy vigente”. Sostiene que “cuando le ponen años dorados quiere decir que ya la persona no está vigente o que agotó su carrera” .
Falta de apoyo
En cuanto a los nuevos proyectos, el merenguero comentó que tiene casi una nueva producción terminada, pero la falta de apoyo de las disqueras, los empresarios y las emisoras de radio hace que tengan que promover sus discos y en ese proceso se va mucho dinero. “Cuando uno, con su esfuerzo, va juntando su ‘chelitos’ y trata de hacer una producción buena, de las que uno esta impuesta a hacer, cuando tú la terminas te da trabajo hasta para subir a la emisora”, dice.
Muchos merengueros que residen en Estados Unidos cuentan con su propia orquesta para los conciertos y otras actividades, pero al momento de viajar les sale más económico contratar músicos en el país, que traerlos. En esto también influye el poco respaldo de las disqueras. Como dice el merenguero, “la cosa no está para galleticas, ya no se puede viajar con catorce músicos porque la cosa está muy difícil”.
En cuanto a la agenda del artista, el 20 de noviembre viajará a Brooklyn para tocar en una fiesta que tiene programada con su orquesta. Luego vuelve el 23 de noviembre para arrancar con las actividades que tiene pautadas hasta el 27 de enero, fecha en la que regresa a Nueva York.
Más respaldo al merengue
“En la época de los 80 y de los 90 aparecían jóvenes con voces que captaban la atención del público, además de que existían orquestas que buscaban y se interesaban por esas voces, pero todo eso se ha perdido. Ya no se ve a un joven queriendo ser merenguero, lo que prima ahora es lograr alcanzar la fama cantando bachata, reggaetón o dembow.
Los canales de televisión, en vez de estar haciendo concurso de reggaetón, deberían de sacar por lo menos en cada canal un programa buscando los nuevos merengueros, y a los que ganen que se les grave un merengue y puedan cogerle el gusto al merengue” dice el merenguero. “Esta sería una forma de incentivar a los jóvenes a que canten y toquen merengue” agrega.
Luego de dos años de ausencia
Charlie Rodríguez regresa con su orquesta para amenizar las actividades de esta época navideña en el país. Charlie, poseedor de una de las voces más ajustada al patrón rítmico del merengue, viene con todo su arsenal de éxitos que durante mucho tiempo ha logrado construir para tener uno de los más extensos repertorios. El León, como también es conocido, comienza su periplo desde el viernes 27 de noviembre y se espera que pueda recorrer palmo a palmo todo el territorio nacional exponiendo temas como “Oye muchacha”, “El guardia del arsenal”, “La mina de amor”, “El papelito”, “Cal y arena”, “El palacio” y “Colorao”, entre otros inolvidables éxitos. El artista es una de las figuras emblemáticas de la época dorada del merengue, cuando pertenecía a la orquesta del maestro Diony Fernández, de quien dice sentirse eternamente agradecido, pues en esa escuela aprendió lo que es la disciplina y responsabilidad en el quehacer artístico y musical. Charlie Rodríguez llega a la República de la mano de la empresa Raphy D’ Oleo Management, que se encargara de la promoción y contrataciones de la agrupación.
