Santiago.-Los restos de Johandry Cruz Rodríguez, el niño de siete años, muerto tras los presuntos golpes propinados por otro menor fueron sepultados, en medio de reclamos de sus familiares para que el caso sea aclarado.
En tanto, el colegio evangélico Ezra donde cursaba el nivel primario el menor fallecido, permanece cerrado para fines de investigación.
A pesar de que los padres y abuelos del niño muerto ratifican murió por los golpes propinados con una butaca por otro estudiante, también de siete años, en dicha escuela ubicada en el barrio Los Solares de Cienfuegos, los maestros niegan esa versión.
Dicen que al parecer Johandry Cruz Rodríguez se propinó un golpe por una caída y esto causó su muerte tras permanecer varios días ingresado en el hospital infantil Arturo Grullón.
El acta de defunción mostrada por los padres de la víctima establece autopsia o estudio pendiente de resultado, para determinar las causas. El menor fue sepultado en el cementerio el Ingenio.
“Hay cinco niños que fueron testigos cuando el otro estudiante, que no es de siete años, sino de diez, golpeó a mi nieto en la cabeza con una butaca. Ahora parece que quiere esconder eso”, apunta Hilda Luciano, abuela de Johandry.
Sus padres, Judy Arsenio Cruz y Yamiris Andrea Rodríguez, aún se resisten a hablar con los medios de comunicación, pues el dolor ni siquiera les permite salir las palabras, solo lágrimas al recordar el nombre del niño.
Las autoridades de educación iniciaron el proceso de investigación para determinar si se trató de negligencia o manejo inadecuado de parte de los maestros del centro educativo levantado de madera y zinc en la empobrecida barriada.
Una comisión se presentó en la tarde de ayer al colegio para escuchar las versiones de los profesores y desde entonces fue colocado un candado en la puerta de entrada.
