Santiago.-El principal centro regional de salud, el hospital José María Cabral y Báez permanece arropado en su entono por la basura y arrabalizado, al punto que las verjas sirven como tendedero de ropa para los vendedores informales.
La incapacidad de las autoridades municipales para dar respuesta a la recogida de desperdicios, ha obligado a que algunos coloquen sus fundas en las aceras y hasta en medio de las calles Sabana Larga, Cuba y la avenida 27 de Febrero.
En la entrada principal cerrada debido a los trabajos de reconstrucción del Cabral y Báez, buhoneros tomaron parte de los parquímetros y los amarraron con alambres dulces y allí improvisaron puesto de venta de ropas usadas.
Otros utilizan la verja de hierro para colocar todo tipo de mercancías.
“Lo que está sucediendo con esta ciudad da vergüenza, que hasta un centro de salud esté totalmente asqueroso”, expresa Minerva Domínguez, quien se quejó de no poder siquiera caminar por las aceras debido a la cantidad de basura y tarantines.
Hasta parte del interior del hospital permanece arropado por los desperdicios.
Ante el desborde de la basura, el concejal Domingo Ureña, representante del Partido de Acción Liberal (PAL) en el cabildo, solicitó a los ministros de Salud Pública y Medio Ambiente y Recursos Naturales, intervenir la Alcaldía de esta ciudad.
Ureña teme la posibilidad de que se extienda el brote de dengue, como consecuencia del cúmulo de desperdicios en las vías públicas.
De acuerdo a datos ofrecidos por el funcionario municipal, en calles y avenidas se han acumulado en los últimos días más de 400 toneladas de desechos sólidos, según él producto de la ineficiencia de las autoridades.
Ureña aconsejó a los titulares de esos ministerios hacer con esta ciudad lo mismo que hicieron hace varias semanas en San Cristóbal.
“Es urgente que aquí se haga algo similar, antes de que se produzca un brote de dengue que luego no sea controlado, porque la acumulación de basura en calles y avenidas se ha multiplicado desde el fin de semana pasado”, consideró Ureña.
