Como un despelote bien podría calificarse lo que está por ocurrir entre legisladores que han estado postulando por una causa que los hace antagonizar, talvez inconscientemente, con la vigencia de las reservas de candidaturas para la reelección.
“Las clases no se suicidan”, me comentó con aire melancólico de izquierdista arrepentido un amigo congresista que no está finalmente convencido de que su partido vaya aliado o no a las elecciones venideras, pero que sí tiene conciencia de que “solos no vamos para ningún lado”. Es más, mi interlocutor me confiesa que “yo quisiera que fuéramos sin alianza para mantener nuestra identidad, saber qué y cuántos somos …pero no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar”. Palabras ha habido…
Que no panda…
Pese a todo, incluido el pique de Reinaldo Pared Pérez con los reformistas que dice “creen que uno es mojiganga”, no debe olvidarse que el gran armador de todos los pactos y alianzas del peledeísmo con los reformistas ha sido siempre Danilo Medina, y es precisamente él, quien ha mostrado mayor interés en reeditar los acuerdos entre morados y coloraos, más por evidenciar la característica de consensuada de su candidatura a la reelección que por lo que en términos cuantitativos pueda significar la mancuerna roji-lila. Eso está tomando ya la ruta de una crónica anunciada que, aunque tenga tropiezos, prosigue su agitado curso. ¡Qué no panda el cúnico..!
Ob-ser-van-do
Al igual que para la primera vuelta, viajó hasta Guatemala para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de ese país, una nutrida delegación dominicana de observadores del proceso, que recibió todas las atenciones protocolores esperadas, y entre quienes estuvo como observador repitente, ya que fue a la jornada anterior, el abogado Félix Portes, célebre y conocido por su muy publicitado rol de defensor del capo José Figueroa Agosto y su gente. ¡Je, je, je..!
