Para asegurar los votos de izquierda

Los estrategas políticos y comunicacionales del gobierno ya saben que una creciente mayoría del pueblo no apoya la ambición continuista del presidente Danilo Medina, y que quiere un cambio.Que la gente perdió la confianza en Danilo,…

Los estrategas políticos y comunicacionales del gobierno ya saben que una creciente mayoría del pueblo no apoya la ambición continuista del presidente Danilo Medina, y que quiere un cambio.

Que la gente perdió la confianza en Danilo, pues se sintió burlada con sus cuentos chinos de que no buscaría la reelección, mientras montaba su imposición en el PLD y negociaba su reforma continuista en medio de escándalos de soborno y anulación de la democracia interna en su partido y en el PRD.

La ambición continuista pone piedras en el camino de la unidad total opositora, pues teme como el diablo a la cruz a que la gente progre, de izquierda, se una con la Convergencia por un Mejor País en una amplia coalición de fuerzas que gane las elecciones e instaure, con un programa mínimo de transformaciones económicas, sociales y políticas, un gobierno que sirva de transición a cambios más profundos que pudieran venir.

Un gobierno que, por fin, convierta en políticas públicas, con hechos transformadores, las mejores ideas de Duarte, Luperón, Manolo, Caamaño, Bosch y Peña Gómez.

Las y los dominicanos que favorecemos el cambio estamos en el PRM, en la izquierda, en el PLD, el PRD, entre los independientes y en más del 20% que ha dejado de acudir a las urnas por los desengaños con la clase política.

Queremos un gobierno de inclusión y equidad social, que empuje la incorporación del país al XXI, modernizándolo, creando riqueza social para ponerla al servicio del desarrollo humano del pueblo, sin desmedro del capital privado.

Esa gente quiere una coalición opositora, de la que resulta obvio Luis Abinader y la Convergencia por un Mejor País ya concentran una amplia mayoría de simpatías.

Pero suena que gente de izquierda prefiere ir sola a las elecciones o concentrarse en una coalición pequeña, un referente de izquierda químicamente puro que terminaría distrayendo inspiración y votos a un frente por el cambio, y favoreciendo la ambición continuista de Danilo.

Gente de izquierda que obtendría una votación minoritaria. Pero que asumen sus votos reflejarán un espacio de izquierda con proyección de futuro.
Con todo respeto, entiendo que el cálculo es equivocado.

Que la mejor forma de preservar la identidad de esos votos de izquierda, de futuro, es asegurando que sean por la coalición alternativa al continuismo, con sus crecientes posibilidades de triunfo.

Que los partidos de izquierda legalizados, y los que no lo están pueden ensanchar sus espacios políticos con su capacidad de movilización, creativa actuación, e íntegra participación que agregará valor a la amplia coalición opositora por el cambio.

Que los votos de su gente por Luis Abinader a la Presidencia y por todas las candidaturas congresuales y municipales de esa coalición, incluyendo, claro, una proporción de izquierdas y progre, esta vez no se perderán.

Es máxima popular que al pueblo no le gusta botar sus votos, quiere que sean útiles para ganar procesos, y proyectarlos a futuro.

Amén.

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