En un acto solemne realizado en el salón Verde, de la Cancillería de la República Dominicana, el embajador venezolano Alberto Castellar, recibió la Orden al Mérito Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Gran Cruz, Placa de Plata, conferida por el presidente Danilo Medina.
El solemne acto estuvo encabezado por el canciller dominicano, Andrés Navarro García, quien resaltó: “la orden se otorga al embajador Castellar por los méritos acumulados en el ejercicio de sus funciones diplomáticas”.
Refirió el canciller Navarro que durante su quehacer, el embajador Castellar se dedicó a fortalecer las excelentes relaciones de amistad y colaboración existentes entre los dos países y gobiernos. “Su gestión consolidó temas de interés en la agenda de ambos países, desde la Diplomacia Bolivariana de Paz hasta el acuerdo energético Petrocaribe, pasando por la Misión Milagro y el diálogo político bilateral”, expresó.
Subrayó Navarro que con la labor desarrollada por Alberto Castellar “se avanzó a una relación más madura y consistente”, cumpliendo cabalmente con los proyectos iniciados por el presidente Hugo Chávez y seguidos por el presidente Nicolás Maduro Moros.
Al finalizar su intervención, el canciller Navarro deseó suerte al Jefe de la misión diplomática venezolana en la República Dominicana, ahora en sus nuevas funciones designadas por el Gobierno venezolano en la República Federativa de Brasil.
Al recibir la imposición Orden al Mérito Duarte, Sánchez y Mella, el embajador Castellar agradeció al Gobierno dominicano por tanta solidaridad hacia la República Bolivariana de Venezuela, gratitud que hizo extensiva, muy especialmente, al pueblo dominicano.
“Este reconocimiento que lleva los nombres de los Padres de la Patria dominicana es a Venezuela, al Comandante Eterno Hugo Chávez, a nuestro presidente constitucional Nicolás Maduro Moros, a los excelentes lazos históricos bilaterales y a la relación tan hermosa entre nuestros pueblos”, expuso el embajador Castellar.
Como parte de sus breves palabras, el embajador venezolano recordó que el comandante Hugo Chávez amaba a la República Dominicana y el legado de Francisco Alberto Caamaño.
“Pudimos llevar adelante nuestra Diplomacia Bolivariana de Paz que es antimperialista, bolivariana, de respeto a la autodeterminación y muy cercana al pueblo, a los barrios, a cada rincón del país”, acentuó.
Señaló que aquí recibió la solidaridad con Venezuela y los proyectos integracionistas como la Alianza Bolivariana de los Pueblos de nuestra América (Alba) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Hizo especial mención a los 10 años de Petrocaribe, mecanismo que hoy está más fortalecido y que “continúa siendo un eslabón fundamental para la estabilidad de la región, porque es energía para la paz”.
El embajador Alberto Castellar agradeció el apoyo de la gloriosa Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y de los movimientos de solidaridad que hicieron posible la “Diplomacia Bolivariana, de Calle, de Paz”.
Con vista al futuro inmediato, Castellar aseguró que con la presidencia protémpore de la Celac, la República Dominicana será el punto de integración de los pueblos de nuestra América y jugará un papel en el nuevo marco arquitectónico de la región.
