Alianza País, Guillermo Moreno

Decía en estos días el admirado compañero Rafael Chaljub Mejía, que si un campesino de Nagua como él entendía lo crucial que es unir a todas las fuerzas opositoras al gobierno de Danilo Medina, con más razón debía saberlo un doctor de las…

Decía en estos días el admirado compañero Rafael Chaljub Mejía, que si un campesino de Nagua como él entendía lo crucial que es unir a todas las fuerzas opositoras al gobierno de Danilo Medina, con más razón debía saberlo un doctor de las luces de Guillermo Moreno.

Yo a Guillermo Moreno lo conocía de verlo y leerlo en los medios impresos. No había tenido nunca el honor de pecharme con él. Eso hasta que nos encontramos en una funeraria en San Pedro de Macorís, adonde acudimos a dar las condolencias a una familia amiga de ambos.

Llamó mi atención que mientras yo di mis pésames al amigo que tenía en la familia, y me absorbí de manera individualista o por timidez en mis adentros, Guillermo estaba realmente acompañando a los dolientes, como si fuera uno de ellos.

Le vi humanidad, escasa en nuestra clase política, y por eso en la primera ocasión en que lo vi entrevistado en un espacio televisivo, me dediqué a seguir con detenimiento sus posiciones.

Qué opinaba él de la unidad opositora, le preguntaron, a lo que dijo: estamos listos a conversar y suscribir acuerdos alrededor de puntos programáticos para ganar las elecciones e instaurar un gobierno de cambios y transformaciones, porque no hacemos nada con sacar del poder al PLD para instalar un gobierno que reproduzca sus desaciertos y fracasos.

Le plantearon que el problema de la unidad opositora consistía en que más de uno entendía que debía ser el candidato, y respondió que ahí no puede haber problema, porque eso lo decide el pueblo.

Me parecieron tan lúcidas y aplomadas sus respuestas, que las comenté muy favorablemente con diferentes personas.

Ahora que me informo que el domingo Alianza País y Guillermo Moreno tienen una convención o asamblea para adoptar decisiones de envergadura, remedo a Chaljub Mejía diciéndome:

Si otro campesino como yo, con raíces telúricas en solitarios cacaotales de La Mesa, San Francisco de Macorís, lo sabe, más deben conocer Guillermo y los dirigentes de AlPaís, que en la actual coyuntura que vivimos los dominicanos, la contradicción primaria o fundamental tiene que dilucidarse entre la ambición continuista de Danilo Medina y el grupo del PLD que encabeza, y la aspiración del pueblo de ver unidas a todas las fuerzas dispuestas a ganar las próximas elecciones y producir un cambio.

Un cambio estructural y transversal, que renueve la esperanza y el optimismo perdidos del pueblo, extirpe los quistes y rémoras generadores de atraso y pobreza e instaure un modelo de desarrollo sostenible, fomentador de capitales sociales que den oportunidades de bienestar a que tienen derecho todos y cada uno de los dominicanos y dominicanas.

Estas notas a propósito de la humanidad, la lucidez y el aplomo que alcancé a distinguir en Guillermo Moreno.

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