Hay un pero

En la ofensiva del PRM hay un pero. Su ataque al gobierno con la denuncia contra las visitas sorpresa es al cuello. Lo armaron todo muy bien. Primero la declaración. Luego el periplo por los medios. Después una visita al Palacio con todas las de…

En la ofensiva del PRM hay un pero. Su ataque al gobierno con la denuncia contra las visitas sorpresa es al cuello. Lo armaron todo muy bien. Primero la declaración. Luego el periplo por los medios. Después una visita al Palacio con todas las de la ley. Y para rematar, el contraataque el mismo día en que el gobierno se defendió, con una batería compuesta por Luis Abinader e Hipólito Mejía. Hay un pero… Si bien recogieron resultados mediáticos, presencia y posicionamiento, y quizás apoyo de sus defendidos, cargan con el truño inevitable de cientos de productores beneficiarios de las visitas sorpresa. Habría que ver la rentabilidad cuando se hagan las mediciones.

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