Analizan modelo transformación económico-social

Santiago. El Banco Popular Dominicano realizó un conversatorio sobre el libro “El gran cambio. La transformación social y económica de la República Dominicana 1963-2013”, autoría de Frank Moya Pons, a propósito del quincuagésimo aniversario&#82

Santiago. El Banco Popular Dominicano realizó un conversatorio sobre el libro “El gran cambio. La transformación social y económica de la República Dominicana 1963-2013”, autoría de Frank Moya Pons, a propósito del quincuagésimo aniversario de la entidad bancaria.Se realizó en el centro de convenciones del Hodelpa Gran Almirante y estuvo a cargo del empresario Manuel Estrella, el sociólogo Enmanuel Castillo, el escritor José Rafael Lantigua, y el propio autor de la obra, el historiador Frank Moya Pons, y fue moderado por José Mármol, vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicaciones del Banco Popular, quien hizo referencia de como el banco ha acompañado e impulsado miles de historias de éxito en el país.

Mármol dijo que con ello han facilitando el desarrollo de un modelo productivo, la innovación, el emprendimiento, la inclusión financiera y social, así como el mejoramiento de la calidad de vida de los dominicanos. El ingeniero Manuel Estrella inició con la parte económica del libro y resaltó como el país ha cambiado de ser un exportador de productos a ser consumidor de lo que produce, y de una economía agrícola a una economía de servicios diversos.

Puntualizaciones

Además resaltó que el libro se caracteriza por la prosa fluida de Moya Pons, porque se va a la cotidianidad, trata de como el pueblo se ha ido secularizando y como la mujer y el hombre han cambiado. Estrella detalló la escala del crecimiento del país, al resaltar que en solo 50 años se desarrolló el turismo, la zona franca, la banca, tres aspectos de la economía que no existían, y se desarrollaron las remesas y la inversión extranjera.

“No fue un crecimiento lineal por las diversas crisis que se presentaron, pero a pesar de todo tuvimos un crecimiento, quiere decir que una característica de República Dominicana es que aguanta golpes y tiene la capacidad de recuperarse”, expresó, y destacó que el hecho de que haya riqueza es positivo a pesar de que hay que reconocer una mala distribución.

Al hablar de las consecuencias que ha traído todo esto en el área económica, el empresario citó como ejemplo diversos aspectos, entre ellos, que el que apostó al país e invirtió aquí ganó, y el que sacó el dinero fuera por si pasaba algo perdió, suponiendo un rendimiento moderado de un 10 por ciento, comparado con el uno por ciento que dan por el dinero fuera.

Resaltó, además, que ya la economía dominicana y la banca tienen madurez y que no hay que idealizar tanto la inversión extranjera porque la inversión local se ha revalorizado.

Ponderaciones

“El perfil empresarial en esos años también ha cambiado, pongo como ejemplo cuatro empresarios que tuvieron éxito en esos 50 años: don Huáscar Rodríguez, don Pedro Rivera, don Víctor Méndez Capellán y don Avelino Abreu, los cuatro se caracterizan por mucha visión, mucho trabajo, mucho coraje, pero poca educación formal, esos son ejemplos que casi no vuelven en la realidad del movimiento económico actual, ahora hay que prepararse, hay que hacer maestrías, hay un nuevo perfil del empresariado”, dijo.

Al referirse a las exportaciones, Estrella expresó que esa es la gran mancha de la economía dominicana, ya que importamos más de lo que exportamos, y a veces los empresarios se quejan de que no son competitivos para exportar, pero no tienen la cultura de exportación, porque no han tenido la necesidad de vender fuera, ya todo lo absorbe el mercado local.

De su lado, el sociólogo Enmanuel Castillo expresó que la obra describe la transición que se ha dado en el país en los últimos 50 años, y que esta revolución marca la transición a una sociedad moderna. Dijo que el libro de Moya Pons habla de los diversos procesos que se han desencadenado en la historia social y económica, partiendo de la apertura del país al contexto internacional, a través de la inversión extranjera, en ocasiones salpicada por políticas liberales.

Explicó que el autor habla de la transformación de la economía, que va de unos 700 millones de dólares en los años 80, a unos 48 mil en el 2013, e igual resaltó que pasó de una economía basada en renglones agrícolas a otra basada en grandes empresas de sectores industriales, telecomunicaciones, turismo y otros renglones.

El escritor José Rafael Lantigua, exministro de Cultura, dijo que a lo largo de estos años, culturalmente se han producido transformaciones irrebatibles en la música o las artes, quizás los dos componentes culturales más emblemáticos de desarrollo cultural en los que se han dado cambios sustanciales.

Con el desarrollo de la industria del cine en los últimos cinco años, la cultura se ha colocado como un componente de la economía y desde hace rato se habla de un tema que era desconocido e ignorado hace pocos decenios, las industrias culturales, la relación economía y cultura, la medición de la cultura y sus aportes al PIB. 

Moya Pons dijo estar sorprendido por acogida

Frank Moya Pons se mostró satisfecho con la acogida que ha tenido el libro, y dijo que ha sido el primer sorprendido de que haya tenido la acogida y difusión que ha tenido, y que le alegra mucho haber escuchado esas tres presentaciones porque iluminan aspectos del libro que no fueron debidamente desarrollados.

“Yo diría que la presentación que más se ajusta a lo que el libro presenta ha sido la de Manuel Estrella, que ha hecho una excelente síntesis, presentando los principales indicadores de ese gran cambio por el que ha transitado la sociedad dominicana. Me alegra mucho haber escuchado a Castillo, que al igual José Rafael Lantigua ha señalado algunos puntos importantes”, sostuvo.

Puso como ejemplo que el país tiene una deuda social ya que el desarrollo dominicano ha creado mucha riqueza, pero en el camino ha quedado mal distribuida, y aunque está en crecimiento sostenido, no todo el mundo participa de la misma manera en esa riqueza.

El libro del historiador Frank Moya Pons fue primero presentado en la ciudad de Santo Domingo.

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