Iván García Guerra

Un ser humano con ideales muy potables, trabajador incansable y un fiel enamorado de su familia, del teatro y su país. Aquí sus “setenta y siete años de enseñanzas”. Coherente…

Un ser humano con ideales muy potables, trabajador incansable y un fiel enamorado de su familia, del teatro y su país. Aquí sus “setenta y siete años de enseñanzas”.

Coherente

No se puede nadar en medio de corrientes contrarias; indudablemente la resaca de la más fuerte, la vulgaridad, nos arrastrará a su curso. O el espíritu o la carne; intentar volar hacia el empíreo o persistir en arrastrarse por el fango. No hay tercera alternativa.

 

1 Siempre que resulte necesario es un deber defender los ideales, pero nunca tratar de imponerlos. Recordemos que nadie posee la verdad absoluta, incluido uno mismo.

2 El amor perdura mientras persiste nuestro esfuerzo en proveer; e inversamente, éste se debilita y aleja cuando ingratamente pretendemos exigir. Otra manera más sencilla de exponerlo es que la simple fórmula para mantener vibrando el más sublime regalo que recibimos, es compartir parejamente, tanto los deberes como los derechos. Recordemos lo que señala el Salmo 133: “Cuán dulce y cuán deleitoso es habitar los hermanos juntos, en armonía”.

3 Es saludable comprometerse en la defensa de nuestra gente. No olvidemos que ese amplio absoluto, además de la cercana vecindad, cubre hasta el más remoto lugar de la Tierra. Para decirlo de manera más íntima: cualquiera de nosotros es parte del mismo cuerpo y debemos cuidarlo, defenderlo.

4 Ignoremos las manifestaciones de odio de alguna gente, impregnados nosotros de la esperanza de que en algún momento, cualquier día,mientras más pronto mejor, se cansarán de su inutilidad.  

5 Muchos que quisieran obtener lo que tú limpiamente conquistas con tu comportamiento, encuentran más fácil denostarte que luchar para mantenerse en el lado soleado de la calle.  Eso es envidia, nada más.  Hay que mantenerse avizor, por supuesto, pero al mismo tiempo perdonar su encogimiento de humanidad y sentir pena por ellos. Si puedes hacerles bien, no lo dudes; esto ampliará y fortificará la bendición de tu razón.

6 Mejor que protestar es actuar. 

 

AMOR AL ARTE Esa manifestación del espíritu que es la creación artística es parte importante para el resguardo de la humanidad. Insistamos en ella, eduquemos, salvaguardemos.  ¡Estemos contentos!

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