Santiago.-El embalse Tavera, que junto a Bao abastecen de agua potable a Santiago y Moca, su entono permanece arrabalizado y arropado por vertederos improvisados de basura.
Desde material plástico hasta basura de los hogares son lanzados entre los matorrales por desaprensivos que llegan en vehículos y la depositan en la zona.
Muchas veces estos desperdicios llegan hasta la pera, contaminado las aguas que deben ser servidas para consumo humano y agrícola.
La preocupación fue externada por empleados de las instituciones acuíferas que se sirven del embalse Taveras como la Corporación de acueducto y Alcantarillado e Santiago (Coraasan) y la corporación de Acueducto y Alcantarillado de Moca (Coraamoca).
En el caso de Coraaamoca cuenta con un personal para la cuidado y la arborización de Bao, con un capataz y diez obreros. Las labores se realizan en conjunto con la fundación Jaspa de Bao.
Sin embargo, el equipo no es suficiente para la limpieza de la gran cantidad de desperdicios que son lanzados.
“Quisimos tomarlos en cuenta porque eran voluntarios de la institución que hacían el trabajo pero nadie le ayudaba económicamente”, expresó Estephany Almonte, directora de comunicaciones de Coraamoca.
Para prevenir los desmontes también iniciaron un plan de reforestación. Desde diciembre a la fecha han plantado 45,700 plantas de diversas especies. El lanzamiento de basura y los vertederos improvisados no es exclusivo de los embalses, sino que los canales de riego para uso agrícola sucede lo mismo y quizás en peores condiciones.
En al menos tres ocasiones el Caribe ha denunciado la situación de descuido en que se encuentran los canales de riego Ulises Francisco Espaillat y el Mounsier Bogart.
En dos ocasiones el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos ha prometido la limpieza de los desperdicios lanzados en las orillas de dichos canales, pero hasta el momento no se ha ejecutado.
En el Ulises francisco Espaillat en su paso por el sector Cienfuegos hasta la autopista Joaquín Balaguer está copado de desperdicios.
