Bariloche, un destino cargado de sorpresas

El agua del Lago Nahuel Huapi —que limita con Bariloche— es tan cristalina que si te asomas, lo más probable es que seas capaz de ver hasta el fondo. Si la mirada se aleja, ésta se convierte en un espejo que refleja las montañas de alrededor,&#8230

El agua del Lago Nahuel Huapi —que limita con Bariloche— es tan cristalina que si te asomas, lo más probable es que seas capaz de ver hasta el fondo. Si la mirada se aleja, ésta se convierte en un espejo que refleja las montañas de alrededor, esas que en invierno se cubren de nieve.San Carlos de Bariloche o simplemente Bariloche es la ciudad argentina más visitada de la Patagonia (región ubicada en el Sur de América y que se ubica entre los países de Chile y Argentina) la cual se caracteriza por su imponente belleza natural conformada de impresionantes paisajes dignos de una postal, y que ofrece a los turistas actividades que van desde el esquí o el montañismo en la época fría del año, o deportes de aventura, como rafting, salidas en kayaks, navegación o cabalgatas ideales para realizar en verano.

El explorador y geógrafo argentino Francisco Pascasio Moreno describió a Bariloche como “la reunión más interesante de bellezas naturales que he observado en Patagonia…”, región que había recorrido desde 1873.

Tras su impulso al turismo en el lugar, del cual existen evidencias de asentamientos indígenas previo a la llegada de los colonizadores, Moreno intervino en las disputas de límites y recibió del gobierno tierras en agradecimiento a sus servicios prestados a la Nación, mismas que en 1903 donó para la creación del primer parque nacional de Argentina, que recibió el nombre de Nahuel Huapi y fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1981. Como área protegida —que ocupa una superficie de 717 mil 261 hectáreas al Oeste de las provincias de Neuquén y Río Negro, de las cuales 56 mil corresponden al lago Nahuel Huapi— uno de los principales objetivos es conservar una muestra de los ecosistemas andino norpatagónicos, además de la investigación, el ofrecimiento de facilidades para la educación ambiental y la recreación en contacto con la naturaleza.

De acuerdo con investigadores, en el pasado la región estuvo habitada por etnias que se dedicaban a cazar, recolectar y otros adaptados a la vida lacustre. En el siglo XVII llegarían expediciones —la mayoría misioneros o evangelizadores— mientras que en el siglo XIX arribarían viajeros europeos.

Un corazón rústico

En el corazón de la ciudad de Bariloche sobresale el Centro Cívico, un conjunto edilicio declarado monumento histórico nacional conformado por una serie de edificaciones que rodean tres laterales de una plaza, la cual se abre en el lado norte mirando al lago Nahuel Huapi, ubicado a 50 metros de desnivel. Partiendo de este punto, el recorrido más tradicional sigue en el mirador conocido como Punto Panorámico, mientras que a 17 kilómetros del centro de la ciudad se encuentra el Cerro Campanario, desde donde se disfrutan increíbles vistas panorámicas y en cuyo camino sobresale el histórico Hotel Llao Llao, con un marco natural que atrae a todos los visitantes y una gran cantidad de casas de té, cervecerías artesanales, además de espacios donde se comercializan tejidos, cerámicas, cueros, velas y todo tipo de artes hechas a mano. Estos senderos también brindan la posibilidad de realizar tranquilas caminatas por el bosque.

Si te gustan las fotografías, las que aquí tomes parecerán sacadas de postales, concuerdan quienes han visitado la ciudad, ya que la mayoría de los edificios están construidos con piedras de color verde extraídas del cerro Carbón, las cuales han sido trabajadas para lograr la conformación de los distintos elementos de los inmuebles, a los cuales se les agregan accesorios en madera de ciprés y alerce como escaleras, barandas, balcones, puertas o techos, algunos revestidos con tejuelas de roca negra.

Pese a que el clima es de alta montaña, a mitad del año la temperatura en Bariloche alcanza hasta los 35°C, lo que da pie a que en el lugar se puedan realizar actividades como navegación, rafting, caminatas o visitas a las playas.

Aunque la navegación en el Lago Nahuel Huapi se puede hacer en cualquier época del año, el verano es ideal por la vegetación que rodea al vaso lacustre. Los lugares que se pueden visitar a bordo de las embarcaciones privadas son Brazo Blest, Brazo Tristeza, Isla Victoria, Villa La Angostura, Brazo Machete, Brazo Rincón y Península de Quetrihué, los cuales brindan la posibilidad de disfrutar del silencio de la naturaleza.

Un lugar con espíritu deportista

Según algunos sitios, Bariloche es considerado el segundo mejor destino para practicar esquí a nivel mundial con opciones a todas las modalidades. Cerro Catedral, ubicado a 19 kilómetros, ofrece una avanzada y completa estructura a los visitantes, ya sean profesionales o amateurs.

En este sitio se puede practicar el esquí fuera de pista, el freestyle o el snowboard, ya que hay un área diseñada con “bumps” y “rails”. Asimismo es el escenario en donde se llevan a cabo competencias internacionales. La infraestructura hotelera del sitio cuenta con dos mil habitaciones en inmuebles de 3,4 y 5 estrellas, además de la posibilidad de hospedarse en la ciudad o los alrededores.

Para los que no se cansan del frío, desde hace 40 años se realiza en Bariloche la Fiesta Nacional de la Nieve, una celebración que combina eventos tradicionales y nuevos atractivos que incluyen eventos de muchas disciplinas que culminan con la elección de la Reina Nacional de la Nieve. Durante el evento se realiza una carrera de mozos, quienes recorren las pendientes de las calles céntricas con bandejas con vasos y botellas que deben cuidar para que no se derrame su contenido. Durante la semana del evento — entre junio y julio— también se pueden disfrutar shows musicales, muestras de arte y eventos deportivos.

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