Santiago. Entre pleitos, denuncias de engaño y el temor de los que quedaron sin inscribirse terminó el último día de plazo para regularizarse en las gobernaciones provinciales habilitadas para el proceso.Los enfrentamientos a golpes entre los mismos haitianos que se disputaban un puesto en la fila, obligaron al reforzamiento de la seguridad en la gobernación provincial de Santiago. Las constantes peleas causaron que una parte de la verja del parque Duarte, cercada con zinc, fuera destruida. Algunos de los que durmieron en el espacio recreativo, para poder estar temprano en la fila, protestaron porque otros de sus compatriotas se querían imponer a la fuerza.
Julio Cevilis, quien logró inscribirse a tiempo, denunció que primero tuvo que pagar cuatro mil pesos a un abogado que lo estafó. Cevilis trabaja en el sector construcción en la comunidad de Hato Mayor, al sureste de Santiago, y tiene dos hijos nacidos en territorio dominicano. Su primo Daniel pagó diez mil, pero no pudo lograr el objetivo y ahora teme ser repatriado.
Algunos denunciaron el privilegio de los agentes apostados para permitir el paso de extranjeros de nacionalidad china y europeos. Hasta el momento en Santiago van 24 mil los inscritos, en su mayoría de nacionalidad haitiana. El desorden se repitió en Mao y Dajabón, donde la afluencia fue mayor en el último día del Plan Nacional de Regularización.
Algunos de los que no lograron inscribirse decidieron marcharse por su cuenta y cargar con sus ajuares. En las zonas de Montecristi y Mao, donde la mayoría de trabajadores en las plantaciones de guineo son de nacionalidad haitiana, apenas el 50 por ciento fue regulado, por lo que ahora temen se inicie el proceso de deportación.
Desde la noche del martes, centenares de haitianos permanecían frente a la gobernación de Mao, en un último esfuerzo por recibir la certificación. El abogado José Rafael Díaz, quien fue a regularizar algunos empleados, dijo esperar que el presidente Danilo Medina conceda una prórroga.
