El joven lanzador dominicano Carlos Martínez ha demostrado que llegó a la rotación de los Cardenales de San Luis con la finalidad de quedarse por un gran tiempo en el equipo grande.
Enfocarse en cada salida, ha sido parte de ese éxito alcanzado por el nativo de Puerto Plata, rol que lo ha llevado a convertirse en uno de los principales lanzadores del staff de abridores de los punteros de la División Central de la Liga Nacional. “Todo eso se debe a la confianza que me han dado en el equipo”, dijo Martínez en una entrevista concedida a Manny Mota para elCaribe.
“Seguir haciendo el mismo trabajo desde que dieron el chace para ser abridor el año pasado es mi meta. En el béisbol si fallas ya sabes lo que te espera. Aquí no se puede fallar”, agregó.
Martínez se ganó el puesto como quinto abridor al concluir la primavera a raíz de los problemas de hombro del mexicano Jaime García. El dominicano registró una pobre efectividad de 4.28 en poco menos de 118 entradas en su primera campaña en la gran carpa el año pasado, pero ha sabido hacer los ajustes necesarios esta temporada.
“Lo primero que buscaba en este cambio de rol que tuve la temporada pasada era la confianza del dirigente, algo que también me merecía. Gracias a Dios que esa confianza se mantiene ahí y es producto del buen trabajo que estoy realizando desde que me dieron esa oportunidad”, puntualizó “El Tsunami”, mote con el que se le conoce en el béisbol profesional.
Sin su actuación de anoche ante los Mellizos de Minnesota, el derecho registra marca de 7-2 en 12 salidas. Ha trabajado 73.2 tercios de entradas con 61 hits aceptados, 24 carreras (todas limpias), ocho jonrones, 32 transferencias y 79 ponches (el mejor en ese departamento del equipo de los Cardenales) y efectividad de 2.93.
Martínez siempre ha impresionado por su velocidad, con fulminantes rectas que rondan sobre las 100 millas por hora, pero tras integrarse a la rotación ha tratado de mantener su consistencia a una menor velocidad y centrarse en los lanzamientos secundarios para strike, con miras a convertirse en un lanzador más completo, algo que en lo que recibió orientación precisamente de Wainwright.
“Estoy tratando de tirar menos pero más enfocado en la zona de strikes y eso me ha ayudado bastante. Es cuestión de mantenerme estable en la recta”, señaló el derecho, conocido como “el pequeño Pedro” por su parecido en la lomita al inmortal Pedro Martínez.
Recuerda a Taveras
Su histórico inicio de temporada con los Cardenales ha sido agridulce para Martínez tras la trágica muerte de su compañero de equipo y compatriota Óscar Taveras, quien era uno de sus mejores amigos.
Su “hermano”, como siempre lo ha llamado Martínez, falleció en un accidente automovilístico junto a su novia en República Dominicana. Más tarde se dio a conocer que Taveras estaba conduciendo bajo la influencia del alcohol.
Martínez y todos los Cardenales llevan unos parches con las iniciales “OT” en sus uniformes, en memoria de Taveras, que a sus 22 años era considerado uno de los prospectos más talentosos del béisbol.
“Como se lo dije a él un día, vamos a meter mano como dominicanos que somos, y él será siempre mi hermano”, dijo Martínez sobre su compatriota, a quien le ha dedicado esta temporada. “Siempre lo tengo en mi corazón y cada juego es por él que lo hago”.
