Santiago. La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra celebró la nonagésima segunda graduación, invistiendo 909 profesionales de 23 carreras de grado y 35 programas de postgrado.
De los graduandos, un total de 664 pertenecían a carreras de grado, representando un 73.05 por ciento; 181 eran de postgrado, para un 19.91 por ciento; mientras que de áreas técnicas se invistieron 64, dando como resultado un 7.04 por ciento. El género femenino llevó la primacía en la investidura, ya que un total de 529 eran mujeres, representando un 58.20 por ciento, ante un 41.80por ciento de hombres.
Con esta nueva cosecha de profesionales, suman 73,029 los egresados de la universidad, quienes, en un alto porcentaje, están trabajando en el país en el campo de sus especializaciones, ocupando posiciones claves para el desarrollo de la nación.
El rector de la Pucmm, reverendo padre Alfredo de la Cruz Baldera, presentó al orador invitado, el arzobispo Jude Thaddeus Okolo, Nuncio Apostólico en el país, quien abordó el tema “Compromiso en la construcción de una nueva sociedad”
El nuncio Jude Thaddeus Okolo, expresó que el egresado tiene una obligación hacia su patria, y cumple con su misión de catalizador de la sociedad, sin olvidar que debe tratar de no lesionar la dignidad y el honor del individuo.
“Su país los llama a la colaboración, para construir un mundo mejor. Por eso, la consciencia sincera y limpia los reclama de manera contundente a trabajar no solo por el dinero, el salario merecido, no solo por la fama y éxito personal, sino principalmente por el bien de la humanidad. Dando a la humanidad sin pensar en sí mismo, uno recibe mucho más. El Papa Francisco dice que el recurso compartido es un recurso multiplicado”, expresó el nuncio.
El nuncio expresó además que cada sociedad tiene sus clases sociales, sus estratificaciones, y que esto no es un obstáculo para el crecimiento social, y que la igualdad de oportunidades obliga a que cada uno pueda lograr los éxitos que desea en la vida. Su progreso material y humano será el fundamento para hacer crecer, y que personas como ellos deben romper los estereotipos sociales y mostrar que cada uno puede subir el rango social, si llega a estudiar, ya que estudio forja el hombre.
“Queridos graduandos, cada compromiso para el bien de los demás empieza con uno mismo. Pensamos bien de ustedes y apreciamos lo que ustedes son, y lo que pueden hacer. Sabemos que ustedes tienen la potencialidad y la energía, y sobre todo la bendición de Dios para hacer mucho bien en una sociedad que necesita de su compromiso; quiero decir de su diligencia, claridad de visión, voluntad tenaz, sentido de organización, sentido de responsabilidad, autenticidad, sinceridad y bondad. Sus padres y esta comunidad académica tienen gran confianza en ustedes”, expresó.
