Moca.-Entre muestras de dolor y en medio de reclamos de justicia, familiares y amigos sepultaron a las tres mujeres asesinadas a tiros el pasado jueves en el residencial Villa de Estancia Nueva.
Los cuerpos de Andreina Espinal, ultimada por su pareja Rafael Sosa Rodríguez, quien también mató a su tía María Altagracia Espinal y su prima Liz Vanesa Espinal fueron velados en una funeraria común y sepultados en el cementerio municipal.
Un juez de atención permanente de Moca, impuso en horas de la tarde del viernes un año de prisión preventiva contra Sosa Rodríguez.
El comerciante Marino López, padre de María Altagracia y abuelo de Liz Vanesa y Andreína, reclama del ministerio público que juegue su papel para que el agresor sea condenado ante la justicia.
“Ese hombre lo que se merece es cien años de condena y no así paga con lo que hizo. Ni a un perro se le hace esto, matarlas después de golpearlas”, dijo López la hablar con El Caribe.
Indicó que cuando llevaba en estado crítico a su hija maría Altagracia al centro médico Guadalupe, las últimas palabras que pronunció fueron “no me dejen morir”.
Entre las versiones que circulan, es que el agresor se molestó por ver a Andreina Espinal bailar con otro individuo en una fiesta en el centro de diversión la Lambada, a la que también asistió. Elsa Margarita Rodríguez, tía de las víctimas, dijo que Sosa Rodríguez, había amenazado a Andreína con agredirla tan pronto llegaran a la casa.
Los parientes más cercanos como los padres de Andreína no quisieron acercarse a ver cuando la entraran al ataúd. La población mocana acudió de forma masiva, a darles el último adiós, algunos con coronas de flores.
