Los riesgos de una bendición

De acuerdo a K. Niswander, autor del libro Obstetricia, práctica clínica, la cantidad de hierro que necesita una embarazada es de 800 mg., de los cuales 300 van directamente al feto, mientras que los 500 restantes se…

De acuerdo a K. Niswander, autor del libro Obstetricia, práctica clínica, la cantidad de hierro que necesita una embarazada es de 800 mg., de los cuales 300 van directamente al feto, mientras que los 500 restantes se utilizan para la síntesis adicional de hemoglobina que cubre la expansión normal de la masa eritrocitaria materna.

Con ocho meses de embarazo, visitó a su médico para una consulta de rutina. Al tomarle la presión arterial, descubrió que estaba muy por encima de los 120. De inmediato se le practicó una cesárea para suspender el embarazo y salvar ambas vidas. A pesar de que tras la operación la bebé se encontraba en perfectas condiciones, la vida de la madre seguía en peligro, por lo que fue trasladada a Cuidados Intensivos. Luego de unos días en el hospital, finalmente la madre y la hija pudieron retornar a su hogar.

El milagro de la vida en ocasiones viene acompañado de ciertas complicaciones, tanto para la madre como para la criatura que se gesta dentro de ella. De acuerdo al ginecólogo-obstetra William R. Romero, las enfermedades más comunes que puede enfrentar una futura madre durante el periodo de gestación van desde una amemia hasta otras más complicadas como la diabetes.

A continuación conoce las posibles consecuencias de traer una nueva vida al mundo y cómo evitarlas

Trastornos hipertensivos

La preeclampsia es parte de este renglón, de acuerdo a Aliza A. Lifshitz, en su libro Mamá sana, bebé sano, sucede en el último trimestre del embarazo y se desconoce la causa. Se caracteriza por una presión sanguínea por encima de 140 sobre 90, aumento excesivo de peso, presencia de proteínas en la orina y retención de líquidos, con inflamación en las manos, los tobillos y los pies. En casos severos, la preeclampsia puede llevar a la eclampsia, es decir, a la presencia de convulsiones o coma.

Diabetes gestacional

Lifshitz la describe como una condición transitoria que termina una vez se da a luz. Por lo regular se desarrolla en la segunda mitad del embarazo, cuando las hormonas producidas por la placenta contrarrestan los efectos de la insulina. Esta puede provocar aumento en el riesgo del aborto espontáneo, en el nacimiento y en el riesgo de macrosomía (un bebé exageradamente grande).

Anemia

Es una deficiencia en la cantidad de glóbulos rojos. La razón más común de su aparición en el embarazo es la falta de hierro. K. Niswander, en su libro Obstetricia, práctica clínica, explica que hay dos tipos de anemia que se producen a causa del embarazo:

* Ferrotópica: ocurre cuando el cuerpo no posee suficiente cantidad de hierro para producir glóbulos rojos.

* Megaloblástica: se debe a una deficiencia de ácido fólico, que por lo general está relacionada a una ingesta escasa de verduras frescas, vegetales verdes y proteínas animales. Suele detectarse en el tercer trimestre, cuando los requerimientos de ácido fólico de la madre son máximos.

Sangrados

De acuerdo a Niswander, debido a que por lo regular no es posible establecer una causa precisa para el sangrado, todos los casos se diagnostican como una amenaza de aborto. Otras causas para el sangrado son lesiones locales del cuello uterino (cervicitis, pólipos cervicales, carcinoma), embarazo ectópico (el bebé crece fuera del útero) o hemorragia decidual (desprendimiento parcial del revestimiento del útero).

Infecciones

Algunas que pueden afectar al feto son:

Candidiasis: ocasionada por hongos microscópicos, y sucede con más frecuencia en el embarazo, ya que el alto nivel de estrógeno durante este período causa que la vagina produzca más glucógeno, y esto a su vez facilita que los hongos crezcan allí.

De la orina: pueden limitarse a la vejiga, como es el caso de la cistitis, o afectar también las vías urinarias superiores, como la pielonefritis aguda, que produce una inflamación del tejido conjuntivo intestinal del riñón.

Enfermedades de transmisión sexual (ETS). A pesar de que pueden contraerse en cualquier momento, las consecuencias de estas pueden ser peores si suceden durante el embarazo. 

Recomendaciones para un embarazo saludable

Disminuir el estrés. La salud mental es tan importante como la física.

Ejercitarse. El ejercicio moderado y de forma continuada permitirá una mejor preparación para el parto y para aliviar los trastornos físicos que pueda ocasionar el embarazo.

Visitas regulares al médico. Es necesario vigilar periódicamente el embarazo para fomentar la salud de la madre y del futuro hijo o hija, y para disminuir el riesgo de complicaciones en el parto.

Factores de riesgo

No todas las embarazadas se enfrentarán a estas enfermedades. De acuerdo al doctor Romero, estos son los factores que pueden provocar la mayoría de las afecciones durante la gestación:

Embarazarse en los extremos de la vida reproductiva. Cuando una mujer queda embarazada antes de los 15 años o después de los 35, los riesgos de trastornos aumentan.

Sobrepeso. En esto también concuerda A. Lifshitz, quien recomienda que las embarazadas sólo aumenten un máximo de 25 libras (doce kilos) durante los nueve meses.

Alimentación inadecuada. La salud del bebé y de la madre dependerán de la forma en la que ella se alimente durante los nueve meses. Lo más recomendable es una dieta variada y equilibrada.

Herencia. Cuando uno de los padres tiene un gen dominante de una enfermedad, hay un 50% de riesgo de que cada uno de sus hijos lo manifiesten. De igual forma, la madre es propensa a desarrollar una enfermedad si posee una predisposición genética.

Según el doctor Romero, las tres principales causas de muerte en  las mujeres embarazadas del país son los trastornos hipertensivos, los sangrados y las infecciones.

 

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