La diputada Minou Tavárez Mirabal dijo acerca la alocución del pasado lunes del presidente del PLD, Leonel Fernández, que del mismo rescataba el Salmo porque aspira a que la súplica de este texto milenario se derrame sobre todos los dominicanos y dominicanos: “Nada nos ha de faltar si hacemos lo que es correcto y lo hacemos con mucha fe, con mucha esperanza y entusiasmo”.
Rescató, también, aquello del “Trujillo del Siglo XXI”. Porque la causa inmediata de lo que el país está viviendo, se debe a que el Presidente del PLD y el Presidente de la República se están disputando ese título.
“Lo demás es un tema para los peledeístas” concluyó la legisladora.
Destacó entre las curiosidades que se observan en este convulsionado ambiente político la cantidad de “no peledeístas”, que se han convertido en defensores de la autoridad del Comité Político. “No se ven nada bien haciendo eso”, concluyó.
“¿Es esto una reforma? O están intentando acomodar la Constitución al interés del Presidente Danilo Medina, que no dijo al país la verdad durante su campaña electoral”, dijo.
Tavarez Mirabal resaltó que “es cierto que se pueden cuestionar los acuerdos y consultas previas a la Reforma de 2009-2010, pero por lo menos en esa ocasión algo se hizo. Hoy en cambio, ministros, funcionarios y parientes han decidido imponer una reforma sin consultarle a nadie”.
“Para mí, y creo que para los demócratas, el tema de la Reforma no es si se hace con referéndum o si tal ley es orgánica, esa discusión es parte de la propaganda del gobierno. Creo que a menos de un año de las elecciones generales este intento es verdaderamente un desacierto”, indicó, y aseguró que este no es el momento de Reformar la Constitución y que el motivo por el que se pretende imponer es que el Partido de Gobierno no cuenta con candidatos habilitados legalmente que le aseguren su permanencia en el poder.
Expresó que una Reforma Constitucional debe ser producto de un acuerdo amplio, de una discusión hecha con tiempo y que tenga como objetivo mejorar la democracia y sus instituciones.
Respecto a lo ocurrido ayer en el senado la líder de Opción Democrática se refirió al hecho de que el senador Valentín al justificar su voto, olvidó su juramento como legislador y sus deberes constitucionales que lo liberan del “mandato imperativo”.
Y puso como ejemplo de hasta dónde está llegando la crisis frente a nuestra propia cara, el caso del senador que abandonó la sala para no votar y así disminuir el quórum.
“Todo esto sirve como comprobación de que la crisis del PLD ya escaló de una crisis política a una crisis moral”, añadió
El desafío que tenemos es el de cambiar la política y cambiar los políticos.
Puntualizó la legisladora que en este momento todos los sectores sociales deben pronunciarse, que todos los actores políticos deben hacerlo y que deben hacerlo ¡ahora!
“Partiendo de lo que está ocurriendo, el empresariado debe tomar nota acerca de cómo se harán las reformas en el futuro y considero mezquino su silencio. A ellos les reclamo y les recuerdo que “no hay mejor negocio que la democracia”, dijo.
En cuanto a los candidatos en campaña señaló que lo que está sucediendo pone a la democracia como cuestión central de los contenidos de sus campañas
Advirtió a la dirigencia política del país que deben poner atención a lo que ocurre en el Poder Legislativo, pues “cada legislador “convencido” significará un atentado a sus expectativas, y será una vergüenza que deberán cargar como candidatos o como dirigentes políticos. Quien no sea capaz de ordenar a sus seguidores no puede aspirar a gobernar a la República Dominicana. Mucho menos aquellos que autoricen a sus legisladores a negociarse argumentando “libertad de acción”.
Ahora es cuando de verdad vamos a conocer quiénes son los “opositores”, afirmó.
A este respecto la líder de Opción Democrática propuso que se debe generar inmediatamente una coordinación, un “Bloque Político y social por la decencia en la acción política, en la que intercambiemos informaciones, acordemos acciones para defender al país, para defender la dignidad de la función legislativa y al sistema democrático del soborno, denunciar a los sobornados y librar al país y a la democracia de padecer al Trujillo del Siglo XXI”.
