CEPAL, bájele algo

E l Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD) dio a conocer la semana pasada las estimaciones de pobreza y la indigencia (pobreza extrema) del 2014. Los resultados del MEPYD muestran una significativa reducción en ambos indicadores.&#8

E l Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD) dio a conocer la semana pasada las estimaciones de pobreza y la indigencia (pobreza extrema) del 2014. Los resultados del MEPYD muestran una significativa reducción en ambos indicadores.

Mientras en el 2013, el 41.2% de los dominicanos eran pobres, en el 2014 la proporción cayó a 35.8%. En el caso de la indigencia, el índice descendió de 10.0% en el 2013 a 7.9% en el 2014.

Las estimaciones del MEPYD muestran también que la distribución del ingreso ha venido mejorando gradualmente en el país. El índice de Gini, que mide el nivel de concentración del ingreso (a mayor índice, mayor desigualdad), se redujo de 0.475 en el 2013 a 0.453 en el 2014.

La distribución del ingreso, según la estimaciones del MEYPD, se ha ido haciendo menos desigual en los últimos 10 años. Mientras en el 2005 el 20% más rico de la población recibía en promedio 15.3 veces el ingreso que percibía el 20% más pobre, en el 2014 la relación bajó a 10.9 veces.

La dinámica que han estado exhibiendo los indicadores de pobreza e indigencia estimados por el MEYPD utilizando la metodología del Banco Mundial y las informaciones de ingresos que son capturadas por las encuestas bianuales de fuerza de trabajo que realiza el Banco Central, parece describir mejor la tendencia que se esperaría para una economía que ha estado exhibiendo niveles de crecimiento por encima del promedio de la región con bastante consistencia.

Los niveles de pobreza, sin embargo, lucen todavía relativamente altos, lo que ameritaría determinar si las encuestas de fuerza de trabajo que realiza el Banco Central constituyen instrumentos efectivos para saber realmente cuánto están percibiendo los dominicanos como ingresos. Nuestra impresión es que esas encuestas pueden estar subestimando los ingresos que reciben los dominicanos, no porque las encuestas sean malas, sino por la evidente vocación que tiene la población a no revelar la totalidad de lo que percibe o gana.

El Gobierno debería esforzarse más para tratar de lograr la sintonía entre los estimados de pobreza e indigencia que realiza y los que publican entidades de la región que son percibidas como fuentes valiosas y objetivas de estas variables. La CEPAL, sin lugar a dudas, es la fuente más consultada de indicadores sociales en la región. En su Panorama Social de América Latina 2014, la CEPAL presenta los indicadores de pobreza, indigencia y desigualdad de los países de América Latina y el Caribe. Dichas estimaciones, en algunos casos, son muy diferentes a las que estima el MEPYD.

Tomemos el caso de la indigencia. Para el año 2013, la CEPAL estima que el 20.2% de la población dominicana vivía en la indigencia. Para ese mismo año, el MEPYD sostiene que sólo el 10.0% de los dominicanos eran indigentes. Esa significativa diferencia constituye un serio problema para los organismos internacionales de financiamiento cuando tienen que decidir sobre los proyectos más apropiados en la carpeta de financiamiento para República Dominicana.

Por un lado observan que ese nivel de 20.2% de indigencia coexistió en el 2013 con un PIB per-cápita en dólares, en paridad de poder adquisitivo (PPP) para hacerlo comparable con el de los demás países de la región, de US$12,173.

Tomando ambas variables para el resto de los países de la región, teniendo el cuidado de utilizar el PIB per-cápita correspondiente al año de la última información publicada de indigencia, se dan cuenta rápidamente que en el caso dominicano hay un maco.

El Salvador, con un PIB per-cápita de US$7,783, 36% más bajo que el nuestro, tiene un nivel de indigencia de 12.5%, mucho menor que el 20.2% que la CEPAL nos asigna. El Perú tiene un PIB per-cápita de US$11,157, casi un 10% más bajo que el nuestro, pero su indigencia apenas llega a 4.7%, muy por debajo del 20.2% que nos confiere la CEPAL. Con Ecuador igual: una indigencia de apenas 10.9% a pesar de tener un PIB per-cápita 10.4% más bajo que el nuestro.

Incluso Bolivia, con un PIB per-cápita 56% inferior al de República Dominicana, aparece con una indigencia menor (18.7%) a la que nos asigna CEPAL. Lo anterior tiende a validar el dato de 10.0% de indigencia del 2013 para República Dominicana que ha estimado el MEPYD. Debemos solicitar a la CEPAL revisar y corregir su estimación.

Alguien podría indicar que el problema es que nuestra distribución del ingreso (0.544, Gini) es peor que la de El Salvador (0.453), Perú (0.444), Ecuador (0.477) y Bolivia (0.472), y por eso la indigencia aquí es mucho más alta. Ese argumento podría explicar una parte de la diferencia, pero no toda, siempre y cuando se tome como correcto el índice de Gini de RD calculado por CEPAL.

El problema es que el estimado realizado por CEPAL para RD en el 2013 (0.544) es también incorrecto. El índice de Gini estimado por el MEPYD para el 2013 fue 0.475, muy parecido al de El Salvador, Perú, Ecuador y Bolivia. Hacienda a trabajar con las calificadoras de riesgo; Economía con la CEPAL. l

Los artículos de Andy Dauhajre en elCaribe pueden ser leídos en www.elcaribe.com.do, PANORAMA, Opiniones. 

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