Doctor Humberto Hernández García

Fue el primer anestesiólogo en nuestro país, y gracias a un trabajo publicado en el 1987 por el distinguido anestesiólogo, doctor Tomás Lambertus, conocemos muchos detalles de su vida, los que presentamos a continuación. El doctor Hernández…

Fue el primer anestesiólogo en nuestro país, y gracias a un trabajo publicado en el 1987 por el distinguido anestesiólogo, doctor Tomás Lambertus, conocemos muchos detalles de su vida, los que presentamos a continuación. El doctor Hernández nació en Cabrera en el 1915, y tras la muerte de su padre debió trasladarse a San Francisco de Macorís a realizar sus estudios primarios, y luego a Santiago, en donde se graduó en la Escuela Normal, como Bachiller en Ciencias Físicas y Naturales en el 1935. Al año siguiente, regresa a San Francisco de Macorís a trabajar como practicante en el Hospital San Vicente de Paúl.

Laboró allí por cinco años, donde adquirió una gran experiencia ya que en esa época los practicantes hacían de todo y resolvían cualquier tipo de situación. Se trasladó a la ciudad de Santo Domingo en el 1938 e ingresa a la Universidad de Santo Domingo. En el tercer curso de la carrera ingresa al Hospital Militar Profesor Marión, como civil, y luego es nombrado Raso del Ejército Nacional. Al momento de su graduación como Doctor en Medicina en el 1943 es ascendido a Segundo Teniente del Cuerpo Médico del Ejército Nacional. En marzo del 1944, vino al país un Obstetra cubano para realizar un parto, y se encuentra con la falta de personal médico calificado en anestesia, por lo que le ofreció al Director del Hospital Marión, Dr. Manuel Robiou, una beca para formar un médico en Anestesiología en Cuba. Así fue como el doctor Humberto Hernández es seleccionado y enviado al Hospital de Maternidad América Arias en El Vedado, en La Habana, Cuba, en donde aprendió a utilizar una máquina de anestesia junto al Dr. Fernando Fernández Regús. En La Habana pudo aprender las técnicas de anestesia de las cirugías mayores de la época. A su regreso, se reincorporó al Cuerpo Médico del Ejército, y a este respecto nos dice el doctor Lambertus: “Su carrera en las filas militares, rubricadas de un trabajo mantenido y disciplinado en los centros asistenciales de las Fuerzas Armadas, siguió ascendente, pasando dos años después a Capitán, ocho años después a Mayor, a los seis años a Teniente Coronel, seis años más a Coronel, y siendo promovido más tarde a General Médico. A los 37 años de ejercicio médico dentro de las filas militares y de trabajo mantenido a la ciudadanía, es pensionado, no sin antes haber sido Director del Cuerpo Médico y Sanidad Militar del Ejército Nacional”. Al Hospital Marión se trajo al país la primera máquina de anestesia, a solicitud del Dr. Hernández, pero tuvo que esperar casi tres años. Antes del Dr. Hernández convertirse en anestesiólogo, eran los propios cirujanos que administraban la anestesia, contando con la ayuda de una enfermera que “le daba la vuelta” al paciente. El doctor Félix Goico relató en una ocasión que la llegada del Dr. Hernández permitió a los cirujanos dominicanos atreverse con los casos de cirugía torácica, ya que esos casos requerían intubación traqueal. De la década del 1950 y según el testimonio que ofreció al doctor Lambertus, lo más difícil era participar en una cirugía de un familiar de Trujillo, porque el Presidente Trujillo hacía acto de presencia en el quirófano y se colocaba a la cabeza del paciente y allí permanecía hasta el final; eran los días en que “quedarse en la anestesia” era algo usual. Fue  el referente en la década del 1960 en el desarrollo de los Servicios de Anestesia en nuestro país. Una vida dedicada al trabajo intenso para el desarrollo de la Anestesia en la República Dominicana.

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