La mayoría de los analistas e historiadores sindica a Muhammad Alí como el más grande peso completo de todos los tiempos.
Es un criterio que lo certifica el consenso de los más capacitados analistas. Esta opinión está fundamentada en que Alí, aunque sufrió cinco derrotas en su maravillosa carrera (foja de 56-5), salió airoso en los grandes combates. ¡Ganó las extraordinarias peleas que estaba obligado a ganar!
Tras ser despojado de su faja mundial, en 1967 por negarse a alistarse en el Ejército de Estados Unidos con miras a ir a la guerra de Vietnam, supo reponerse.
Tres años y medio después de perder la faja -sin recibir un solo golpe- se “vistió” de valor para reconquistarla.
Por encima de todos los pronósticos, enseñó su eficiencia técnica y su reciedumbre.
¡Y volvió a ser el rey de los máximos pesos!
Sensacional
Alí realizó dos sensacionales peleas que protagonizó con George Foreman y Joe Frazier.
El 30 de octubre de 1974, en Kinsasa, Zaire (África), enfrentó a otro campeón que fue promocionado como “imbatible, George Foreman.
Foreman, con sólo 26 años (contra 32 de Alí) e invicto en 44 peleas, fue triturado en el octavo round.
Alí, ¡el más grande!
Así Alí se casó nuevamente con la gloria al reconquistar la diadema de los pesos completos.
El primero de octubre de 1975, casi un año después de literalmente devastar a Foreman, volvió a ganar… esta vez ante su más duro enemigo: el acorazado Joe Frazier.
Frazier y Alí celebraron la que es considerada “La Pelea del Siglo”, también bautizada como “ La Batalla de Manila”.
Derrotó a Frazier por nocaut técnico en el round catorce. Frazier no se arriesgó a salir en el quince.
Esas victorias lo catapultaron como el mejor peso completo de la historia y, a juicio de este periodista, el segundo mejor de la historia libra por libra superado sólo por Sugar Ray Robinson.
Alí, ¡el más grande!
