Estrellas llegan mejor a la final

Lo primero es agradecer a Gigantes del Cibao y a las Estrellas Orientales por demostrar que en República Dominicana se le da seguimiento a la pelota invernal sin importar colores o territorios. Estamos ante una final inédita, ya que…

Lo primero es agradecer a Gigantes del Cibao y a las Estrellas Orientales por demostrar que en República Dominicana se le da seguimiento a la pelota invernal sin importar colores o territorios.

Estamos ante una final inédita, ya que nunca antes estos clubes se habían enfrentado, y también a la espera de un resultado especial: ya sea la primera corona de los Gigantes en su historia o la primera de las Estrellas desde 1968 hasta la fecha.

Las Estrellas arriban al último tramo del campeonato con el momentum. Su cadena de seis triunfos es una prueba de ello, imponiendo su talento en partidos cerrados y abiertos. La inyección de Robinson Canó insufló a la tropa de Dean Treanor, el expolicía de San Luis Obispo, California, que busca su segundo cetro en el patio, aunque en honor a la verdad, si gana en esta ocasión debe valer por mil.

Los verdes tienen un señor relevo, par de abridores de calidad, un zurdo en Marlon Arias que le ha lanzado bien a los Potros del Jaya. Se han erigido en un monstruo, de eso no hay duda.

Los Gigantes, de su lado, necesitan sacudirse. Nunca es bueno cruzar a la final con una racha negativa, como en su caso que tienen una de cuatro perdidos.
Audo Vicente, que al igual que Treanor, busca ser el primer capataz que se corona con dos equipos diferentes , es el ideal para despertar a su escuadra, la primera en obtener 10 triunfos en el Round Robin, donde fueron una fuerza indetenible la mayor parte del mismo.

Su ofensiva es brutal. Cada bateador es un dolor de cabeza. Ese uno-dos de Leury García y Alexi Casilla es vital en sus aspiraciones. Son los que preparan la mesa para Carlos Peguero, Moisés Sierra y Maikel Franco, entre otros. Casilla es, además, el alma del conjunto.

Necesitan de su defensa para respaldar a sus abridores. Jairo Asencio y Ramón Ramírez son dos veteranos que saben trabajar al final de los juegos.
Vicente tiene que evitar que Canó le gane un partido. En la postemporada, hay que escoger el veneno. El de Robinson, que reúne condiciones de líder, es una dosis mortal. Lo demostró de inmediato.

Las Estrellas salen favoritas. ¿Podrán hacer que suceda?

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