Mercado laboral de RD,¿obsoleto o rezagado?

Cuando “Hol” se graduó de ingeniero en una reconocida universidad privada del país, desconocía que iba a ingresar a un mercado laboral afectado por transformaciones que no han permitido reducir el nivel de desempleo. Esa situación…

Cuando “Hol” se graduó de ingeniero en una reconocida universidad privada del país, desconocía que iba a ingresar a un mercado laboral afectado por transformaciones que no han permitido reducir el nivel de desempleo.

Esa situación del mercado de trabajo le costó al joven profesional cerca de dos años para obtener un empleo en su área de formación académica. Un amigo suyo, compañero del colegio, también ha tenido dificultades en obtener empleo en su área profesional, ingeniería electromecánica.

Esos casos abundan, en un mercado laboral donde según una investigación hecha por el economista Rolando Guzmán, la experiencia laboral y las recomendaciones de relacionados aparecen como los aspectos de mayor importancia considerados al momento de contratar personal por los empleadores, seguidos por la buena presencia, entrenamientos recibidos y educación.

Un documento que sirvió de insumo para la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), dice que durante la última década, la oferta y la demanda de trabajo en el mercado laboral dominicano han sufrido transformaciones paralelas que no han permitido la reducción del nivel de desempleo, pero sí el aumento significativo del nivel de subempleo reflejado en el alto índice de informalidad.

También cita que aunque ha habido avance en la formación de los trabajadores, todavía más del 50% de la fuerza laboral tiene poca o ninguna formación.

“Tales transformaciones tienen su origen en varios procesos: las presiones sobre la oferta laboral con origen en el cambio demográfico y el incremento en los flujos migratorios; el proceso de recomposición de la estructura económica que ha afectado la capacidad de la economía para generar empleo; el perfil de habilidades de la oferta laboral dictado por el sistema educativo y su desajuste con los cambios en los patrones productivos; las imperfecciones del mercado en términos de información y regulación, con origen en las deficiencias institucionales; y las presiones externas”, dice el documento, citando un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Íconos de la informalidad
De acuerdo con cifras que publica la Oficina Nacional de Estadísticas, recogidas en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo, el sector informal tiene en el comercio y la agricultura y la ganadería las dos principales fuentes de empleo, con más de un millón de puestos entre ambas. Entre los años 2008 y 2013, según esa encuesta, la nómina global del sector informal superaba los dos millones de empleos. Del nivel reflejado en el 2013, de 2,248,888, los hombres ocupaban la mayoría de los empleos informales, con 1,508,803 plazas. Las mujeres ocupaban 740,085 puestos.

En tanto, el mercado laboral sigue sin absorber el 28% de los jóvenes, el 35% de las mujeres y, según estadísticas de la Seguridad Social, el 80% de los trabajadores que cotizan al sistema previsional gana menos de RD$20,000 al mes, un nivel que está por debajo del costo promedio de la canasta familiar.

El Gobierno se ha propuesto, como una de sus metas para reducir la pobreza, crear 400 mil empleos durante su período y en los primeros dos años del período se crearon 235,600 plazas laborales netas, según reveló el Banco Central en su reciente informe sobre el desempaño de la economía durante el 2014.

Las visitas sorpresas que realiza el presidente Danilo Medina a diferentes zonas y sectores del país, con sus correspondientes apoyos financieros a pequeños productores que se asocian, han contribuido a la creación de más de 37 mil empleos, según informó el Gobierno.

Las políticas públicas que han incidido en la creación de empleos han tenido su mayor impacto en las construcciones de planteles e infraestructuras escolares, por el uso intensivo de mano de obra que implica.

El déficit en creación de empleos es estructural

Estructuralmente, el déficit de creación de empleo se debe a la disminución de la elasticidad empleo-producto de la economía, dice el documento “insumo” utilizado en la formulación de la END. Agrega que esa situación “tiene origen en la concentración del crecimiento en sectores poco intensivos en trabajo, así como en aumentos en la productividad.

La caída de las actividades agrícolas y el crecimiento de sectores de menor intensidad en trabajo ha limitado la capacidad de generación de empleo de la economía”. Las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas dan cuenta de que en la parte informal del mercado laboral, el componente “otros servicios” tenía creado, al 2013, un total de 469,124 empleos. 

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