Los conflictos que afectan al Partido Revolucionario Moderno (PRM), por las diferencias entre Hipólito Mejía y Luis Abinader, son una copia de las crisis del PRD y que su dirigencia reconoce que han sido la causa de las derrotas electorales. Acuerdos incumplidos, falta de padrón y pugilatos por las candidaturas, especialmente la presidencial, son los viejos problemas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que ahora se anidan en el PRM. Las diferencias entre los sectores de Mejía y Abinader por el método de escogencia del candidato presidencial y la fecha de esa elección los distancia cada vez más.
En los últimos días, el expresidente, luego de varios meses de permanecer en bajo perfil, salió a la calle y lo primero que ha dicho es que “el que tenga gente que gane” porque habrá elecciones limpias y que no repetirán la experiencia “desgraciada de señalar candidatos con el dedo”.
Esa posición contrasta con la que enarbolan los seguidores de Abinader, que afirman que entre ambos hubo un acuerdo para escoger el candidato mediante la realización de tres encuestas, lo que Mejía luego negó.
Los seguidores de Abinader están renuentes a que se hagan primarias internas debido a la falta de un padrón y ya han advertido que no aceptarán que se use una lista de votantes abierta.
Mejía anunció que se iniciará la inscripción de nuevos seguidores del PRM para conformar el padrón de militantes. La opción que le queda a los perremeístas para elegir, mediante votaciones, al candidato presidencial sería usar un padrón abierto, lo que ha descartado el sector de Abinader a través de Tony Peña Guaba.
En tanto, Abinader mantiene el control legal del PRM, pues a pesar de que Andrés Bautista y Jesús Vásquez dan como un hecho que son presidente y secretario general, la asamblea para confirmarlos aún no se ha realizado y ni siquiera fecha tiene.
