Al señor Mario Ventura Hernández se le hace casi imposible contener las lágrimas cuando habla sobre las circunstancias en que fue ultimado su hijo Junior, durante una huelga en la provincia de Monseñor Nouel, el pasado 7 de octubre.Durante una visita a elCaribe, Ventura aseguró que el joven, de quince años, no participaba en la jornada de protesta en la que los comunitarios del barrio Villa Liberación exigían al Gobierno una serie de reivindicaciones.
“Casualmente, el niño iba llegando en ese instante al lugar y como muchacho al fin, estaba mirando. Había policías de los linces y uno de los policías después que habló con los manifestantes le dijo a los otros: no tiren, que ya yo hablé con los muchachos y van a parar las protestas, pero desde que él dio la espalda uno de ellos disparó con un fusil y le desbarató la cabeza a mi niño”, relata amargamente.
Con uno de los casquillos que segaron la vida del adolescente, que se desempeñaba como ayudante de mecánica, y mostrando fotografías con los trofeos obtenidos en varios torneos de béisbol, Mario Ventura reitera que el proyectil fue supuestamente disparado por el fusil de un miembro de la Unidad Lince de la Policía Nacional que intentaba sofocar la protesta.
Piden castigo para responsable
En ese sentido, exigió al procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, y al jefe de la Policía Nacional, Manuel Castro Castillo, ordenar una investigación para dar con los responsables de matar a su vástago.
De su lado, el director provincial del Consejo Nacional de los Derechos Humanos, Fausto Santos, deploró que hasta ahora no hayan obtenido respuesta por parte del Ministerio Público, cuyo representante en esa demarcación, atendió a familiares de la víctima catorce días después de transcurrido al hecho.
“Hasta la fecha las autoridades de Bonao, ni policiales ni del Ministerio Público, han dado una respuesta concreta y precisa a los familiares de este joven y estamos aquí para que se haga justicia con este caso”, afirmó.
