Los dos hermanitos de 9 y 12 años que fueron apuñalados por su propio padre en el sector El Nazareno de Los Alcarrizos se encuentran fuera de peligro. Recibirán atenciones psicológicas en el hospital Vinicio Calventi.
Martina Hernández Flores, madre de los niños agredidos, pide que sobre su ex pareja, quien también intentó suicidarse caiga todo el peso de la ley.
Los niños, de las heridas en su cuerpo están fuera de peligro, pero por las heridas del alma recibirán atención psicológica.
El subdirector del hospital, Edisson Paulino, dijo que los menores permanecen asustados debido a la magnitud del hecho.
“Recuerda que las heridas pueden producir mucha sangre y ellos se impresionaron mucho”, subrayó Paulino.
El menor de los dos hermanitos, la tarde del domingo lucía con la mirada perdida. Resulta cuesta arriba el pensar que cuando se supone que el padre está para proteger a sus vástagos, este se convierte en tu verdugo.
La mayor de los agredidos, aunque también resultó muy afectada, disimula su pena. Sus cuerpecitos presentan varias heridas ocasionadas ayer por su padre Roberto Castaño Ureña, porque la madre de estos le había puesto una querella de violencia de género.
“Me llama primera, mira tengo a los niños aquí amarrados y tengo un galón de gasolina, si no vienes, tú sabes lo que va a pasar”, relató la madre de los menores.
El sábado todo estaba normal, los vecinos cuentan que Roberto preparó desayuno a sus hijos y luego se encerró con ellos. Los familiares de este también están impactados.
“La niña salió agarrándose el seno, llena de sangre. Ahí fue que nosotros vimos que en verdad él no estaba relajando”, dijo Nerys Carela, vecina de Castaño Ureña.
Este domingo el padre de los menores fue trasladado desde la cárcel al hospital luego de sufrir un desmayo.
“Su estado de salud es estable, se va a medicar y se le va a dar el seguimiento necesario”, informó la doctora internista Mery Candelario
En las próximas horas Castaño Ureña será sometido a la justicia.
