Compitiendo por plata y bronce en el ‘16

Entre los variados y muy dispersos grupos políticos de la oposición, hay un elemento común: Ninguno habla de la posibilidad de quedar en primer lugar en las elecciones del 2016. Conseguir un segundo lugar y competir en una eventual segunda vuelta&#8230

Entre los variados y muy dispersos grupos políticos de la oposición, hay un elemento común: Ninguno habla de la posibilidad de quedar en primer lugar en las elecciones del 2016. Conseguir un segundo lugar y competir en una eventual segunda vuelta es, por lo menos en este momento, la meta más ambiciosa de cualquiera fuerza política opositora. La situación puede variar, pero el hecho es que, en este momento, a poco menos de dos años para las elecciones, nadie le regatea el primer lugar al PLD. Se podría decir, entonces, que si no existiera sistema de doble vuelta, las autoridades electorales podrían, desde ya, ir imprimiendo el certificado de elección al partido oficialista.

La teoría de la polarización

Aun así, estrategas de la oposición insisten en que hay una real oportunidad de vencer a los morados en el 16, aunque siempre en una segunda ronda. El razonamiento es simple: Aunque la oposición esté tan dispersa, habrá una polarización. La gente va a elegir básicamente entre dos opciones, aunque haya muchas ofertas: Por un lado, la continuidad del PLD, que estaría afectado por el desgaste normal tras tres períodos consecutivos, y por el otro, el cambio, que siempre trae esperanzas. Un análisis algo simplista, pero el único en el que, hasta ahora, se le confiere opción al triunfo a la oposición.

Suicidio

Si la situación no cambia, los opositores acudirían a un “matadero electoral”, y no precisamente por la posibilidad de fraude. Por fortuna para ellos, todavía falta tiempo y hay muchos elementos por definir.

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